La congregación de las Hermanas Josefinas cumple un siglo de presencia en Nicaragua promoviendo los valores del evangelio, impulsando la educación y la asistencia social.
Sor Sonia Daysi Moran, superiora de la congregación a nivel centroamericano, afirmó que celebrar cien años al servicio de Dios y la comunidad, es una bendición.
Celebrar cien años significa una gran bendición, significa la misericordia de Dios, significa el amor del pueblo nicaragüense, dijo emocionada la religiosa, al celebrar el centenario de la congregación con una misa en Catedral de Managua, la que presidió el cardenal Leopoldo Brenes, junto a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa.
En su mensaje el arzobispo de Managua, resaltó el bien que la congregación ha traído al país en su siglo de existencia, brindando grandes aportes al desarrollo de la educación y el evangelio, así como la asistencia a sectores muy pobres del país.
Las religiosas que visten de blanco, han continuado durante cien años, el camino de caridad y servicio que inició hace mucho tiempo la sierva madre Cesarita Ruiz de Esparza y Dávalos, fundadora de la Congregación de Hermanas Josefinas, en México.
Sor Sonia dijo que el carisma de las hermanas religiosas radica en la formación educativa de niños, uno de los principales servicios que las Hermanas Josefinas están llamadas a realizar, así como en la formación religiosa de jovencitas que se preparan para hacer votos perpetuos y dedicarse al servicio de Dios y los marginados.
El espíritu de la congregación es cuidar la vida de manera integral, cuidar la vida espiritual, cuidar la vida humana; atendemos hogares de ancianos, escuelas, comedores de niños de la calle y hospitales, asegura la superiora de la Congregación de las Hermanas Josefinas.
En la celebración de los cien años de la congregación, se hicieron presentes sacerdotes y estudiantes de los distintos centros que atienden las Josefinas en Nicaragua. También participó monseñor Silvio Fonseca, vicario de la Pastoral de Familia, Vida e Infancia de la arquidiócesis.
CRECER EN AMOR
Sor Sonia Daysi Moran, expresa que el gran reto al celebrar un siglo de servicio, es seguir creciendo en amor, misericordia y servicio.
Miramos a crecer más en amor, a crecer más en misericordia y conversión; a vivir lo que el papa Francisco nos pide, salir a evangelizar y como comunidad a vivir y trabajar la conversión pastoral, reflexionó la religiosa.
La congregación tiene su sede en San Juan de Oriente.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A