Desde hace cinco años que Israel Toruño enseña artes marciales en la Plaza de la Fe Juan Pablo II a unos treinta niños que llegan de barrios aledaños. Israel es sordo y ha dedicado su vida entera a este deporte. En la escuela les falta un tatami, o piso de goma, para que los niños puedan entrenar sin temor a golpearse. Israel está solicitando a las autoridades deportivas o alguna empresa que apoyen esta escuela que funciona al aire libre y que los papás celebran porque aleja a los muchachos de vicios.
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