Recordando el 25 abril
A finales de 1989 yo estaba en la comunidad de Sebadilla, en Matiguás, en el corazón de Nicaragua. Entre montados y a pie habían llegado más de cien campesinos a la humilde escuelita donde impartíamos las orientaciones básicas para servir de fiscales en las elecciones del 25 de febrero del año siguiente.
Mi mensaje se centró en la fe que debíamos tener para vencer al dictador por la vía cívica; dentro de pocos días sería la escogencia de la casilla de los partidos, les insistía que le pidiéramos a Dios que la Unión Nacional Opositora (UNO) ocupara la casilla uno y Dios se puso de nuestro lado.
Doña Violeta Barrios de Chamorro resultó la presidenta electa para enrumbar a la nación por el camino democrático, la luz había vencido a las tinieblas.
Ortega, representando al lado oscuro, orientó a sus seguidores que se robaran todo lo que pudieran. Así nació la tenebrosa piñata sandinista que aun hoy seguimos pagando como deuda interna. Además, logró robarle cinco diputados a la UNO y usó los dos meses de transición, del 25 de febrero al 25 de abril, para que la Asamblea Nacional aprobara las leyes más absurdas como la de la amnistía adelantada para todo el que robara en los dos meses mencionados.
El 25 de abril de 1990 mirábamos por televisión la entrada de doña Violeta al Estadio Nacional. Al pasar por el lado donde se encontraban las turbas orteguistas, le tiraban objetos y bolsas de agua. Cuando doña Violeta comenzó su discurso, en la ciudad de Matagalpa se desató una balacera. Y no solo tiraban al aire, en la puerta de mi casa un niño fue alcanzado con una bala en la cabeza, lo llevamos al hospital regional donde estaban llegando más heridos por las mismas causas y no existía autoridad que pusiera el orden. Más tarde nos dimos cuenta que la balacera fue en la mayoría de las ciudades. Ese día hubo muchos muertos que se le sumaban a los miles que ya tenía sobre sus espaldas el dictador que iniciaba su tenebroso “gobierno desde abajo”, las tinieblas.
El 25 de abril de 1990 se marca como una fecha del inicio del terror. La oposición irresponsable que inició el dictador derrotado no tenía comparación. Asaltos por todos lados y ninguna autoridad investigaba. Secuestros masivos, como le tocó sufrir a la alta dirigencia de la UNO; toma de ciudades para asaltar los bancos, como le tocó vivir a Estelí, donde murieron 45 personas; toma de carreteras y tranques armados. Pero todos los dirigentes fueron amnistiados, incluidos los que dirigió el propio Ortega cuando mandó a incendiar la Alcaldía de Managua.
Esta fue la oposición que puso en práctica Ortega. La manipulación a los universitarios que siempre les mantuvieron solo el dos por ciento y fue con la derrota del sistema que les subieron al seis por ciento, pero siempre los utilizaban para destruir calles, levantar adoquines y quemar llantas. Muchas veces ni siquiera sabían porque protestaban.
Los 16 años de gobiernos democráticos fueron una época de dificultades. A pesar de que teníamos libertad, daba miedo salir a las calles o viajar a otras ciudades por los paros y huelgas que orientaba el orteguismo, sabiendo que no existía
Ejército ni Policía que pusiera el orden porque las fuerzas armadas, incluida la terrible seguridad del Estado que pertenecían y por desgracia aún pertenecen a la familia Ortega-Murillo.
Gracias a Dios los tiempos han cambiado y no se repetirá otro 25 de abril, cuando el dictador otra vez derrotado gobierne desde las profundidades o como él piensa, “gobernar desde abajo”.
Leopoldo Villalta López
Imitar el modelo de Finlandia
Ya lo hemos comentado en múltiples ocasiones, si en Costa Rica queremos mejorar nuestra democracia y nuestro modelo de vida, no lo podremos hacer copiando o imitando a gobiernos o sistemas que son peores al nuestro. ¿Por qué no imitamos y copiamos el modelo político y económico de Nueva Zelanda, el de Suecia, Suiza o Australia?
La idea de que debemos hacer las cosas a la tica es solo un eslogan de campaña política, sabemos que nuestro sistema legal y económico está basado en otros sistemas importados, mucho de los problemas que tenemos son similares a los que tiene España e Italia porque copiamos algo o mucho de ellos.
El borrador que expuso el Gobierno para la discusión sobre lo que algunos han llamado la Ley Mordaza, es un claro ejemplo de que funcionarios de este Gobierno quieren copiar a países que reprueban la libertad de prensa. Yo me pregunto: ¿Quién o quienes emitieron la orden de redactar ese borrador? ¿Conocía el presidente don Luis Guillermo Solís el borrador de ese documento? Y si lo conocía, ¿acaso estaba de acuerdo con el texto del documento?
Como bien lo señaló el analista político don Claudio Alpizar Otoya, en su muro de Facebook el 10 de abril de 2015, “resulta que Costa Rica tiene el más alto respeto y reconocimiento a nivel internacional por los estándares de su libertad de expresión y prensa, es la número uno de América Latina y 21 en el mundo; pero resulta que a la administración Solís Rivera se le ocurre copiar artículos para una Ley mordaza a países que reprueban en el tema: Ecuador, México, Venezuela, Perú, que están en el ranking en puestos inferiores al 160”.
Independientemente de las respuestas que podamos obtener sobre las preguntas anotadas arriba, entiendo que jamás sabremos a ciencia cierta si el presidente tenía conocimiento del borrador y menos que él haya tenido que ver algo en este asunto.
Así las cosas, desde esta nota le sugiero a don Luis Guillermo que aproveche la ocasión y le pida a quienes ahora revisan el documento, que copien más bien el modelo de Finlandia, que es el sistema más abierto del mundo en cuanto a libertad de prensa.
Emulemos entonces a aquellos países que tienen gobiernos ejemplares, prósperos, menos estatistas y más avanzados. Costa Rica no debe caer en la trampa de las ideas progres, socialistas o comunistas, la lección es clara, lo hemos visto en Venezuela, el gobierno chavista imita al gobierno cubano y con sus directrices dictatoriales ha destruido el sistema democrático que tanto les costó construir en el pasado.
Carlos Vilchez Navamuel
Visita del papa a Cuba
La visita que realizará Su Santidad Francisco a Cuba próximamente, le traerá al pueblo cubano mucha alegría en sus corazones con sus preciosos mensajes de esperanzas y paz; particularmente para todos aquellos que han perdido su fe en Jesús como hijo de Dios, ser supremo del Universo.
El papa Francisco es un hombre que con su sabiduría y carisma ha venido cambiando la mentalidad de muchas personas en la Tierra, para que hoy pongan en viva práctica su amor al prójimo.
¡Que vivan el papa Francisco y el pueblo de Cuba para bien de la humanidad!
Salvador Pérez González
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A