Explotación infantil
Con la entrada en vigencia del nuevo Código de la Familia se marca un hito histórico en el ordenamiento jurídico nicaragüense que protege a todas la familias, viene a agilizar los trámites al pasar del sistema escrito al establecer la oralidad en los procesos jurídicos.
El Arto. 280 prohíbe el castigo físico y trato humillantes para los menores de edad, sin embargo es doloroso ver como sigue el maltrato y explotación de los infantes en los semáforos donde incluso existe la modalidad del alquiler de niños, el castigo físico y explotación de parte de sus propios progenitores al quitarles todo el dinero que han recibido como ayuda de buenos samaritanos, en los cafetales y principalmente en los mercados también encontramos esta explotación en otros términos, ante la vista y paciencia de la Procuraduría y las organizaciones defensoras de la niñez.
Me permito recordar que el hogar y la familia es la primera escuela del niño, es donde el ser humano recibe las primeras lecciones de educación, amor, ternura, moralidad y respeto y según vea el ejemplo de sus padres así será su comportamiento y actitud social fuera de casa.
Es doloroso ver cómo algunos padres de familia admiten, toleran, cooperan y hasta encubren la degeneración de sus hijos haciéndose cómplices de muchos actos delictivos, estos padres son igual de irresponsable y culpable por la delincuencia de sus hijos y también deberían de ser castigados o sancionados por el nuevo Código debido a la excesiva tolerancia, fomento, encubrimiento y complicidad al no corregirlos y educarlos adecuadamente desde pequeños.
Los padres deberían de comprender hasta dónde llega la tolerancia y dónde empieza la complicidad porque un niño que no se corrige de pequeño, será más difícil de corregir de adulto, convirtiéndose en problema social para la familia, la sociedad y el Estado, siendo muchas veces los mismos padres víctimas futuras de la violencia doméstica y maltrato de sus mismos vástagos, principalmente las madres, hermanas y esposas respectivamente.
Las organizaciones defensora de la niñez junto con la Procuraduría de la Niñez, organizaciones cristianas y la sociedad civil deberían de aunar esfuerzos para disminuir el índice de explotación de los niños en los mercados y semáforos principalmente donde se ha vuelto un negocio lucrativos para varias familias que hasta pelean por la plaza y no permiten que lleguen otros niños a pedir o a “mendigar” al mismo lugar que ellos ocupan. Deberían mandar a los padres a trabajar o mandar a los niños a Mifamilia a un lugar donde reciban una mejor protección y responsabilizar a los padres de su manutención y no dejarle todo el peso de la manutención al Estado.
Byron López López
Escándalos deportivos
La mayoría de las personas no están preparadas para el éxito porque no se han tomado el tiempo de cultivar las virtudes necesarias que los protegerían cuando sean tentados al llegar a la cumbre de sus profesiones. Esto les dificulta el cambio de estilo de vida al pasar de un origen modesto hacia un ambiente de fama y de riquezas. Por ejemplo, un nicaragüense que juega en las Grandes Ligas que es arrestado por conducir bajo los efectos de la marihuana. Un campeón de boxeo que usa sus influencias políticas para manipular el sistema judicial y escaparse de una denuncia por violencia doméstica, y en otro incidente libra a su hermano de cargos por narcotráfico al convertir milagrosamente la cocaína en talco. Un dirigente de futbol que es acusado por recibir miles de dólares en soborno. Y un expúgil que solo vulgaridades hablaba.
Este problema no se limita a los atletas, lo puede padecer cualquier persona, los políticos sucios, los empresarios corruptos y los religiosos sin escrúpulos. Algunos piensan equivocadamente que el dinero es el culpable, pero la plata no tiene vida propia como para controlarnos y dictarnos lo que debemos hacer. La dificultad radica en la falta de valores morales como integridad, honradez, pudor, excelencia, responsabilidad, cultivar relaciones positivas, y ética. Muchas personas con talento logran subir como la espuma, pero con el tiempo se desmoronan y arruinan sus carreras por la ausencia de estas cualidades. Las personas con talento son tentadas a tomar caminos cortos, pero los valores les protegen advirtiéndoles de lo peligroso que resulta tomar ese sendero. A veces, lo que parece ser una persona exitosa no lo es, y con el tiempo la verdad surge. Uno puede escoger el pecado, pero no puede escoger las consecuencias.
El caso del nicaragüense Elmer Reyes, que es acusado por violación, nos sirve de lección a todos de que “el talento nunca es suficiente”. Muchos de nuestros atletas son preparados en sus habilidades físicas para alcanzar el éxito, pero no poseen las virtudes necesarias para sostenerse en la cima. Y no los poseen porque en sus hogares lo más probable es que no se los enseñaron ya sea por negligencia de parte de sus padres, o porque ni siquiera están conscientes de lo importante que es desarrollar y demostrar estas cualidades a sus hijos. Y no culpemos a los centros educativos por esto, porque los colegios y las universidades son responsables por la enseñanza académica de los alumnos, y los padres son los que tienen el deber de formar los valores y disciplinas a sus hijos.
Sin embargo, hay casos donde los padres instruyeron a sus hijos las virtudes esenciales, pero estos decidieron desobedecer, por lo tanto, las consecuencias negativas de sus actos se encargarán de sus necedades. También es bueno recordar que el expresidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss Kahn, fue acusado por violación, pero todo resultó ser una mentira y quedó libre. Con esto no estoy diciendo que Elmer Reyes es inocente (o culpable), sino, de que no podemos sacar conclusiones prematuras. Tenemos que esperar a que se desarrolle todo el juicio. Lo cierto es que la integridad, en conjunto con los demás valores, nos da la oportunidad para tener longevidad en nuestras profesiones, sin importar cuales sean.
José Ramón Quiñónez
Un humanista en tiempo de escasez
Junio está lleno de festividades importantes, entre ellas la celebración del 69 aniversario de la institución educativa más grande de Chontales. Me refiero al 6 de junio, fecha de “luz y libertad”, la conmemoración de la gesta heroica del profesor Emmanuel Mongalo y el deber de rendir homenaje a los educadores en su día.
Dedico este espacio a un verdadero maestro consagrado a la educación en nuestra provincia, don Erwin de Castilla Urbina, catedrático, ensayista, orador, lector implacable, promotor cultural, ecologista, estratega y autor de la obra Mariano Fiallos Gil y la Universidad (1974) biografía del magnífico rector de la UNAN-León.
El maestro De Castilla ejerció su vocación magisterial en los tres niveles de educación: primaria, secundaria y universitaria. Ha hecho múltiples estudios, dentro y fuera del país, entre los más importantes: licenciatura en Ciencias de la Educación con especialidad de Español (1974), Historia de la Pedagogía, Dirección científica, Reformas Educativas y Docencia Universitaria y Planificación estratégica. Además, se ha vinculado a tres instituciones de educación más importantes de Chontales: profesor de literatura del Instituto Nacional de Chontales Josefa Toledo de Aguerri, director y fundador de la Escuela Normal Regional Gregorio Aguilar Barea, conquistando en 1987 la Orden a la Excelencia José Benito Escobar y director y catedrático de la UNAN-CUR-Chontales. Por estos méritos y más, la UNAN-Managua le otorgó la Medalla y Diploma de Honor profesor emérito (2014) concedido a los intelectuales de Chontales: Carlos A. Bravo (1970), Guillermo Rothschuh Tablada (2008), Fernando Vivas Morales (2014) y René de los Santos Urbina (2014).
Le conocí en el 2010 tras mi ingreso a las aulas de la UNAN-Farem-Chontales. Puedo afirmar que ha sido un cultivador de la inteligencia con espíritu crítico, promotor y defensor de la libertad de pensamiento en la sala de clase y fuera de ella, introductor de los estudios del latín y griego y posee un alto espíritu de convencimiento. Nunca fue dogmático, indujo a sus estudiantes al aprendizaje significativo, y sobre todo me enseñó que el maestro debe ser siempre autodidacta. Es un educador con altos valores humanos tan indispensables en estos tiempos de escasez.
Alexander Zosa-Cano
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