Emiliano Chamorro Mendieta
22 de febrero. Allí estaba ya nombrado cardenal, con su sonrisa permanente y saludando con solemne sencillez. Vestido con su traje cardenalicio, con su mitra y su capacidad espontánea para entablar conversación con quien se lo pidiera.
En el Aeropuerto Internacional de Managua lo esperarán fieles católicos y sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua, para saludarlo y acompañarlo en caravana hasta la Catedral de Managua, donde el guía espiritual realizará una oración de acción de gracias por su investidura.
El recorrido será del aeropuerto hacia los semáforos de Portezuelo, luego hasta la rotonda de la Virgen, continuará por Bello Horizonte hasta los semáforos de Larreynaga: luego la caravana seguirá de la rotonda Cristo Rey hacia Metrocentro, hasta llegar a la Catedral de Managua.
Han pasado seis días desde que el papa Francisco consagró cardenal al arzobispo de Managua monseñor Leopoldo José Brenes Solórzano, de 64 años, a quien el pontífice asignó el nombre de San Joaquín. Brenes también fue nombrado miembro del Colegio Cardenalicio, que asesora a su santidad en la administración de la Iglesia.
El Aula Pablo VI del Vaticano se miraba pequeña para tantas personalidades de todos los estratos sociales que se acercaban al cardenal Leopoldo Brenes, para tomarse fotos y pedirle su bendición. Otros le deseaban éxitos en sus labores pastorales y pidiéndole que continuara siendo el mismo pastor sencillo y accesible.
TRAS EL CARDENAL BRENES
Son las 5:00 de la tarde, hora de Roma, apenas unas horas después de su nombramiento cardenalicio muchos medios de comunicación extranjeros están tras la figura de Brenes.
Atiende a periodistas, hace pausas para atender a los laicos y entre abrazos y fotografías, pide que lo mantengan siempre en oración.
Los fieles de Nicaragua y del extranjero hacían filas para tomarse fotos con el cardenal Leopoldo Brenes, quien siempre era asistido por monseñor Miguel Mántica Cuadra y Lázaro Gutiérrez, coordinador de comunicación de la Curia Arzobispal de Managua.
Distintas figuras religiosas del mundo católico lo felicitaban, abrazaban y le expresaban los mejores deseos en su misión pastoral como cardenal de Nicaragua.
“Cardenal Leopoldo, muchas felicidades y que Dios y nuestra Madre, la Virgen María lo sigan guiando en su ministerio sacerdotal”, le expresó uno de los cardenales ordenados.
AMAN AL CARDENAL
Las hermanas nicaragüenses Elizabeth Barberena y Salvadora Barberena, con 42 años viviendo en Milán, Italia, han llegado a Roma para felicitar a Brenes, y lo hacen acompañadas y orgullosas con la Bandera azul y blanco de Nicaragua.
“Cardenal estamos acá porque amamos a nuestra Nicaragua, a nuestra Iglesia y a usted. Le deseamos éxitos y que siga siendo el pastor humilde que siempre hemos conocido. Nicaragua lo necesita mucho”, le manifestó Elizabeth Barberena.
En Nicaragua, medios de comunicación escritos, radiales y las distintas redes sociales daban a conocer el momento histórico en que el país tenía un nuevo cardenal, un hecho que esperó más de 29 años desde que el papa Juan Pablo II nombró cardenal a monseñor Miguel Obando y Bravo, arzobispo emérito de Managua.
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