Siguiendo con sus catequesis sobre la familia, el papa Francisco aseguró que el trabajo es sagrado y que expresa la dignidad de la persona humana y fortalece fundamentalmente a la institución familiar.
“El trabajo es sagrado, el trabajo da dignidad a una familia y debemos rezar para que no falte el trabajo a ninguna familia”, dijo el papa.
El santo padre dedicó su catequesis, en la audiencia general realizada en el Aula Pablo VI, a meditar sobre el trabajo. Al respecto dijo que su falta “daña también al espíritu, como la falta de oración daña también la actividad práctica”.
El pontífice subrayó que “trabajar —repito, en mil modos— es propio de la persona humana. Expresa su dignidad de ser creada a imagen de Dios. Por eso se dice que el trabajo es sagrado, el trabajo es sagrado”.
“Por eso la gestión de la ocupación es una gran responsabilidad humana y social, que no puede ser dejada en las manos de pocos o descargado sobre un ‘mercado’ divinizado. Causar una pérdida en puestos de trabajo significa causar un grave daño social”.
El papa Francisco explicó luego que “cuando el trabajo se separa de la alianza de Dios con el hombre y la mujer, cuando se separa de sus cualidades espirituales, cuando es rehén solo de la lógica de la ganancia y desprecia los afectos de la vida, la degradación del alma contamina todo: también el aire, el agua, la hierba, la comida… La vida civil se corrompe y el hábitat se descompone. Y las consecuencias golpean sobre todo a los más pobres y a las familias más pobres”.
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