Productividad del suelo
La 68va Asamblea General de la ONU declaró el 2015 “Año Internacional de Los Suelos”. En palabras de la Msc. Gloria Arévalo, profesora asociada de manejo de suelos de la Escuela Agrícola Panamericana el Zamorano, “se trata de sacar al suelo de nuestros pies y ponerlo en nuestras manos”. Este esfuerzo es liderado por la FAO y es una alianza internacional que pretende restituirle al suelo como fuente de vida la importancia que tiene en términos de seguridad alimentaria, equilibrio de los ecosistemas y sobrevivencia del planeta. Es un justo y merecido reconocimiento al mayor laboratorio biológico del mundo, donde conviven e interactúan miles de especies de microorganismos y otros seres vivos.
El objetivo es que cada país se comprometa a articular y coordinar esfuerzos para concientizar, educar, informar y promover políticas e inversiones que aseguren y garanticen en el largo plazo, la fertilidad y productividad de los suelos y con ello la seguridad alimentaria, promoviendo prácticas de manejo responsables y amigables con el medioambiente; que mitiguen los efectos del cambio climático y contribuyan a reducir la pobreza. Lamentablemente temas tan sensibles como este para el futuro de nuestro país, no están en la agenda de prioridades ni del Gobierno ni del sector privado. No hay ninguna iniciativa de ley en la tubería de la Asamblea referida a la protección y conservación de los suelos.
Necesitamos una legislación moderna que ordene el uso de la tierra según su vocación; que incentive y promueva la rotación de cultivos, la labranza mínima, las curvas a nivel, la incorporación de materia orgánica, el uso de abonos verdes, el barbecho y los sistemas silvopastoriles. Gobierno, empresa privada, universidades y sociedad civil tenemos una gran responsabilidad histórica. Las futuras generaciones lo van a agradecer. ¿Qué esperamos? ¿Cuándo comenzamos?
Arnoldo Toruño C.
Enjuiciados y condenados
Durante los últimos años varios presidentes y expresidentes han sido enjuiciados y condenados, acusados por delitos supuestamente cometidos, entre ellos: Alberto Fujimori de Perú , Arnoldo Alemán de Nicaragua y el caso reciente del expresidente Otto Pérez Molina de Guatemala, a estos expresidentes los han llevado ante los tribunales de justicia.
Me pregunto, ¿estos tres expresidente que he mencionado le habrán causado más daños a sus naciones como los daños que les han causado a sus naciones presidentes comunistas–socialistas como Daniel Ortega de Nicaragua , Fidel Castro de Cuba , Nicolás Maduro de Venezuela?, sin embargo, a estos presidentes comunistas que tanto daño le han causado a sus naciones y ciudadanos nadie los enjuicia ni los condena, o ¿es que a los ciudadanos se nos olvida las barbaridades que estos presidentes comunistas-socialistas han cometido en Nicaragua, Cuba y Venezuela?
Algún día el creador del mundo les hará el llamado ante la justicia divina, porque de la justicia terrenal no esperemos que sean llamados.
Máximo M. Castillo
Jorge Salazar, el héroe
“Cuando la represión se hace ley, la rebelión es un derecho”, decía Simón Bolívar, mientras Benazir Butto afirmaba; “es peligroso enfrentar las dictaduras, pero es más peligroso no hacerlo”. A mediados de 1980 el Teatro Margot en Matagalpa estaba lleno de productores escuchando al titular de las confiscaciones en Nicaragua, Jaime Wheelock, junto a sus secuaces en la región norte. Sentenciaba quienes serían brutalmente confiscados por gusto y capricho de sus secuaces. Estos “compañeros” en la actualidad son los nuevos millonarios.
Todos estaban temerosos y en silencio, solo se escuchó la voz del cafetalero Efraín Valenzuela Castro protestando por las injustas confiscaciones. El ingeniero Jorge Salazar Argüello, dirigente cafetalero de Matagalpa y principal líder del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), tomó el micrófono para decirle a la primera dictadura de Ortega: “Ni nos vamos a Miami ni nos sometemos y si nos vamos a la montaña es a producir divisas para este país”. Jorge fue sentenciado a muerte.
El mártir de las libertades pública Pedro Joaquín Chamorro Cardenal decía: “Cada quien es dueño de su propio miedo”. Salazar sentía miedo pero siguió luchando cívicamente por la libertad y seguridad de los productores de todo el país, llegó el fatídico 17 de noviembre de 1980 cuando feroces sicarios de la dictadura lo matan a sangre fría en una gasolinera de Las Nubes en el municipio de el Crucero.
Jorge está en el más alto pedestal donde se puede colocar a un héroe cristiano, está en la memoria de los que tuvimos el privilegio de conocerlo y de todos los que conocieron su martirio, está en la memoria de cada nicaragüense que no sigue el consejo de los malvados ni está en la senda de los pecadores y blasfemos, su verdugo junto al que intentaba asesinar nuestra fe dinamitando templos católicos están en el círculo de confianza del dictador ocupando importantes cargos. Este 8 de septiembre Jorge cumpliría 76 años, en su memoria el Cosep celebra esta fecha como “el día del empresario” importante evento empresarial al cual asisten los verdugos del ingeniero Salazar. En la palabra de Dios está escrito: “Mía es la venganza dice el Señor”.
Leopoldo Villalta López
La pena de muerte
Muchas personas están en contra de la pena de muerte por motivos religiosos, sin embargo, mal interpretan la Biblia. Una lectura cuidadosa de las escrituras nos demuestra que no solo Dios está a favor de la pena capital, sino que Él mismo la instituyó. Y sí, es cierto que uno de los mandamientos afirma “no matarás”, pero el que desobedezca esta ley recibirá el mismo castigo. “El que asalte y mate a otra persona debe ser castigado con la muerte. Si alguien, deliberadamente asesina a su prójimo, hasta de mi altar deberás de sacarlo para que muera”, (Éxodo 21:12,14). “El que derrame sangre de hombre, la vida de esa persona también será derramada”, (Génesis 9:6). Ahora, debo de aclarar que no se puede aplicar esta condena en países donde el sistema judicial no es confiable.
Entonces, ¿cuál debe ser la posición de los cristianos sobre la pena capital? Primero, debemos de recordar que Dios instituyó este castigo en la Biblia, por lo tanto, sería arrogancia pensar que nosotros podemos instituir un estándar más alto que el de Dios, puesto que Él es perfecto y tiene una ira santa. Segundo, Dios le ha concedido a ciertos gobiernos la autoridad para determinar cuándo es meritoria la pena capital: “Quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste, y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Si haces lo malo, teme, porque (la autoridad) no en vano lleva la espada”, (Romanos 13:2,4).
Es antibíblico opinar que Dios se opone a la pena de muerte en todos los casos. El cristiano nunca debe de alegrarse cuando este castigo es ejercido, pero al mismo tiempo no debe de pelear contra el derecho del gobierno de ejecutarlo sobre los asesinos. Cuando un criminal está cerca de ser ejecutado muchos dicen que es una lástima e injusticia de que pierda su derecho a seguir vivo, pero no piensan en el inmenso dolor que le causó a su víctima, y la pérdida irreparable y el sufrimiento de sus familiares y amistades. Sí, se puede pedir misericordia y que la sentencia sea cambiada por cadena perpetua, pero eso es decisión de las autoridades. Espero que el compatriota se haya arrepentido de su crimen y que acepte a Jesús como su Señor y Salvador, porque es el único que le garantiza vida eterna.
José Quiñónez
Fritangas antihigiénicas
En la ciudad de Matagalpa actualmente existen algunas fritangas antihigiénicas que brindan un pésimo servicio a sus clientes, pues las personas que trabajan para las mismas manipulan los alimentos con las manos después de haber tocado dinero, lo cual provoca malestar a quienes consumen algo si tienen un estómago muy delicado.
No es posible que le echen el queso rallado al gallo pinto sin usar ninguna cuchara. El Ministerio de Salud (Minsa) debería visitar las famosas fritangas y garantizar excelentes condiciones de higiene; lo mismo que el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) debe también recomendar que las fritangas sean agradables en todo sentido, pues las mismas son parte de las típicas comidas nicaragüenses que se encuentran en todo nuestro país.
Salvador Pérez González
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A