El papa Francisco estableció una reforma para el proceso de nulidad matrimonial. Entre las características más saltantes están brevedad para la resolución de los casos y la declaración de la gratuidad de los mismos.
El nuevo proceso busca mejorar el sistema de declaración de nulidad “por la salvación de las almas” mientras se reafirma la enseñanza católica de la indisolubilidad del matrimonio.
Francisco resaltó que estos ajustes “no favorecen la nulidad de los matrimonios sino la prontitud en el proceso”. Señaló que la reforma es fruto de la reflexión de los obispos en el Sínodo sobre la Familia del año pasado, quienes solicitaron que el proceso de nulidad sea “más rápido y más accesible”. La reforma entrará en vigor el 8 de diciembre.
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