Nos encontramos en la última semana de octubre dedicadas al ictus o derrame cerebral, peligrosa enfermedad por ser tercera causa de muerte en el mundo.
El ictus, apoplejía, stroke (inglés) o derrame cerebral son un conjunto de enfermedades agudas que aparecen cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro.
Hay dos grandes causas: el ochenta por ciento son de tipo oclusivos o isquémicos y son encabezados por la trombosis cerebral, la embolia cerebral y los ataques isquémicos transitorios.
El segundo grupo son los de tipo hemorrágico: la hemorragia cerebral intraparenquimatosa o hematoma intracerebral frecuente en personas ancianas y la hemorragia subaracnoidea más común en varones jóvenes e hipertensos.
No puede cambiar su edad, sexo ni una historia familiar positiva de estas enfermedades, pero sí puede controlar la presión alta, diabetes, colesterol elevado o la obesidad y de paso, deja de fumar, todos esos elementos pueden alejarlo del peligro de un derrame.
En la actualidad gracias a nuevos medicamentos anticoagulantes puede evitarse que la arritmia cardíaca más frecuente que es la fibrilación auricular produzca embolias cerebrales.
Una de cada seis personas va a sufrir un ictus en algún momento de su vida y son la primera causa de muerte en las mujeres.
El neurólogo nicaragüense Octavio Duarte calculó que en nuestro país se producen unos 7,500 derrames por año.
Uno de los llamados mundiales contra este padecimiento proviene de España, y dice: ¡Actúa contra el ictus, por ti, por los tuyos!
En ese país cada año se producen 130 mil casos de los cuales se mueren, el treinta y cuarenta por ciento queda discapacitado.
Son “amagos” o avisos de derrames una cefalea intensa de inicio brusco, pérdida de la fuerza o de la visión, hablar enredado, ver doble y pérdida brusca de la estabilidad.
Mientras más rápido lleve al paciente al hospital, será mejor.
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