Ya se acercaban las 7:30 de la noche cuando los trabajadores y personas que transitaban en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino se sorprendieron con el aterrizaje de Cheslor Cuthbert al país. Apareció de la nada, sigilosamente, mientras lo esperaban unos diez familiares, entre ellos resaltaba su mamá y sus tres hermanas.
Todos los que reconocían su dimensión querían una foto con la figura para los nicaragüenses de Kansas City, quien se mantuvo ondeando la bandera de la patria cuando cayó el out final en el quinto partido de la Serie Mundial ante los Mets.
Cuthbert aún estaba emocionado. “Todavía no lo puedo creer, he vivido demasiadas emociones en tan poco tiempo. Hubo un recibimiento increíble en Kansas que esa imagen del mar de fanáticos no se me olvidará jamás. Ahora que estoy en mi casa pienso descansar unas dos semanas para luego partir a República Dominicana para estar en la Liga Profesional de ese país”, indicó Cheslor, quien poco a poco se ha acostumbrado a brindar entrevista y a sudar menos.
“Es el momento más grande que he tenido en mi carrera y probablemente irrepetible. Yo sabía que íbamos a ganar porque había mucho corazón en el equipo. Cuando a mí me llamaron yo me volví loco de la emoción, estar ahí en el estadio es grandioso y aunque me daban ganas de jugar sabía que no se podía”, agregó el big leaguer. Según el pelotero se irá a su natal Corn Island después que pase unos días en Managua donde saludará a muchos amigos y familiares.