EMILIANO CHAMORRO MENDIETA
“Todos los seres humanos tienen derecho a la defensa. Sin embargo, aquí sos culpable siendo inocente y sin ser juzgado. Esas son aberraciones contra la dignidad humana y van en contra de la estabilidad de la familia”, dijo el vicario de Familia.
Fonseca valoró el congreso como muy útil para fortalecer a los abogados en leyes como el Código de la Niñez y la Adolescencia y la Ley 779.
“Queremos suministrar información a los abogados y buscar los puntos de encuentro en la interpretación de las leyes”, afirmó Fonseca.
En el Primer Congreso de Abogados Católicos que se realizó este viernes 23 de mayo en la parroquia San Francisco de Asís, se analizó la Constitución de Nicaragua en tres temas específicos: la familia, la niñez y la vida.
El abogado Carlos Sánchez, secretario de la comisión pastoral de la Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua, expresó que el objetivo del congreso es establecer la visión de las leyes relacionadas con la familia.
“Queremos establecer la visión y la interpretación que tenemos como abogados católicos, no desde un punto bíblico, sino hermenéutico jurídico, que están en relación con los valores de la Iglesia”, planteó Sánchez.
LEYES DEBERÍAN TENER ESENCIA DEL BIEN COMÚN
La abogada Jessica López dijo que se reflexionó los tipos de leyes que se están aprobando, las cuales deberían tener la esencia del bien común de la colectividad y no hacia sectores. En ese sentido “la ley no debe hacerse hacia sectores ni de grupos de poder económico para a través de la ley dominar, perpetuar y someter a todo un país”, dijo López.
Como ejemplo agregó que la Ley 779 pone en “desventaja jurídica al varón y no a la mujer, y eso desvirtúa el concepto de familia porque hay un manoseo en la intromisión del Estado en asuntos de parejas”.
Precisó que el Estado debe coadyuvar a la pareja en el diálogo “pero no inmiscuirse en el problema”.
CRISIS DE VALORES
A juicio de Carlos Sánchez, el gran problema que se suma a leyes polémicas, como la Ley 779, es la crisis de valores, más que la pobreza que agobia los hogares.
“El gran problema es que se han perdido los valores y se están promoviendo antivalores. La pobreza es un elemento, pero si hay valores aún con pobreza se puede subsistir y tratar de seguir adelante”, reflexionó Sánchez.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A