Pbro. Óscar Chavarría
Para emprender, asumir, enfrentar, vivir y compartir cada día es importante encomendarse al Señor. Hay amiguitos que se levantan como pollos, no dan tiempo a orar, pero sí a escuchar música, noticias, leer periódicos, ver televisión, revisar Facebook y los mensajes o llamadas en su celular, además de ponerse elegantes y perfumados…
Por eso les envío esta corta oración para que la hagan suya y les invito a que oren conmigo este minuto diciendo:
Señor Jesús, hoy es un día más, pero quiero vivirlo como si fuera el último.
No quiero desperdiciar este don maravilloso de un día de vida, no quiero desaprovechar este regalo de amor.
Dame la gracia de pasar un buen día, soportando con paciencia las dificultades, los límites, las contrariedades y disfrutando a pleno cada experiencia agradable, reconociendo la nobleza de cada ser humano y descubriendo tu presencia a cada instante.
¡Ven Señor Jesús! para que no me angustien demasiado los problemas, los dolores y las situaciones imprevistas.
Pongo en tus manos a cada uno de mis familiares, mis amigos y compañeros de trabajo, bendice la obra de mis manos y nunca permitas me separe de ti.
Ayúdame a aprender algo bueno de todo, dame la capacidad de adaptarme dulcemente a todo, para seguir caminando con calma y esperanza.
Gracias por este día, te alabo y bendigo.
¡Señor Jesús, regálame un buen día! Amén.
¡Miren que linda!… háganla todos los días y verán la diferencia en sus vidas.
Que el Señor te bendiga.
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