Bayardo Cuadra dice no tener vicios ni pecados ni más manía que la de buscar excelencia y perfección. Es coleccionador empedernido, ordenadísimo. Padre y esposo. Cinéfilo, musicólogo, bailarín y además conduce un programa de radio los domingos.
Hábleme de sus defectos…
No tengo. Mis mentiras son veniales, no poseo vicios, ni fobias o temores. Soy perfeccionista, sobre todo conmigo mismo.
¿Entonces es casi un santo?
No, no, no. Solo procuro tratar a todas las personas como se lo merecen.
¿Cómo hace para ser tan organizado?
Lo soy, bastante. Creo que es difícil estar fichando, organizando. Requiere tiempo.
Y… ¿baila?
Sí. En un tiempo fui muy bueno. Hasta le enseñé a mis hijas a bailar.
¿Lo hace todavía?
Los ritmos han cambiado mucho, ahora es más una gimnasia con música. Pero sí lo hago en ocasiones especiales.
¿Cómo se lleva con las computadoras, Internet, redes sociales?
Muy bien. Tengo mi cuenta en Facebook y Twitter. Tuve computadoras desde que salieron.
¿Qué tanto las usa?
Las administro con calma, si no no dormiría (ríe).
¿Tuvo o tiene algún apodo?
Bueno, recuerdo a un amigo que me decía “Computer”.
¿A qué se debía?
A que sabía muchas cosas.
Si pudiera regresar a alguien de la historia, solo para platicar, ¿a quién sería?
Mi padre, tuve poca oportunidad de hablar con él.
¿Y usted se enoja?
No. Mis hermanos sí, yo no. Nunca boto la gorra (ríe).
¿Nunca, nunca?
Más bien me molestaría perder el control enojándome.
¿Qué final feliz le pondría a su vida?
Un epitafio que dijera: “Aquí yace un hombre justo, que procuró portarse bien”.
Ver en la versión impresa las paginas: 24