ASESORA DE IMAGEN
Joyas, perfumes y lencería nunca son demasiados en el armario de una mujer. Que un hombre le compre lencería a su pareja aún resulta un tabú, pero es algo que se debe dejar de lado y atreverse a hacer algo diferente. Para acertar, antes de acudir a una tienda, debés estar seguro de conocer a tu pareja para averiguar el estilo, color, talla, entre otras características que necesitarás para encontrar la mejor prenda.
Podés ver lo que más le gusta, y las telas que le hacen sentir cómoda. Eso sí, la idea no es que le regalés lo mismo que ya tiene, sino algo especial que ella no se compraría normalmente, pero que pueda usar en muchas ocasiones y con distinta ropa.
Buscá en la etiqueta de sus prendas la talla exacta, el número, letra y si es de USA, EUR o ESP. Con eso no habrá equivocación. Aprovechá para ver los colores que tiene, a fin de optar por algo más llamativo o más oscuro. Nada color carne.
Recordá que lo que ves en los catálogos no siempre queda igual en la persona, por eso fijate en el diseño de su ropa interior, si el sostén tiene aro o no, si lleva aumento, push up, si usa tangas o colottes. No le comprés lo que no tiene, pues puede ser que no se sienta cómoda con otro tipo de diseños.
Algunas prendas básicas en el armario pueden ser un body o una blusa de seda de ropa interior o corsé, que son para llevar bajo prendas traslúcidas o vestuario elegante. Si no te decidís por la ropa interior, que sea una prenda para dormir como un baby doll elegante.
Evitá comprarle un sujetador que no vaya a juego con el panty. Simplemente no lo hagás.
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