El superior del convento de los capuchinos en Pietrelcina, Marciano Guarino, informó que los restos del Santo Padre Pío llegarán a esa localidad italiana cien años después de que el fraile dejara su ciudad natal. Así se cumplirá la profecía que hizo sobre su regreso algunos años después de su muerte.
La urna con los restos del Padre Pío llegará a Pietrelcina para estar unos días allí luego de permanecer los primeros días de febrero en la Basílica de San Pedro en el Vaticano en ocasión del Jubileo de la Misericordia, gracias al papa Francisco que ha querido que esto sea un importante signo de la misericordia de Dios.
San Pío vivió entre 1887 y 1968. Aunque nació en Pietrelcina, este sacerdote de la Orden de los Frailes Capuchinos Menores ejerció su ministerio en San Giovanni Rotondo desde 1916 hasta su muerte.
ESTIGMATIZADO
San Pío recibió los estigmas y tuvo visiones místicas de Cristo. El Santo tenía “la frente alta y serena, la mirada vivaz, dulce; y la expresión con visos de bondad y sinceridad”. Era muy gentil con sus hermanos; muy amado por sus superiores.
El Padre Pío fue beatificado en 1999 y canonizado en 2002 por el papa San Juan Pablo II.