Con el salón de modas de antaño como telón de fondo para presentar sus colecciones de prêt-à-porter (listo para llevar) otoño-invierno en París, Chanel se inspiró en el universo ecuestre y Saint Laurent en los años 1980.
Los sombreros son un híbrido entre el de paja y copa recta de coco Chanel, el de equitación y un casco de moto. “¡De otra forma hubiese sido demasiado burgués! No son sombreros meramente decorativos. Se pueden usar en bicicleta o en moto. Son muy sólidos, sin ser pesados”, dijo el modista.
La colección hizo referencia a los clásicos de la marca con detalles contemporáneos. Karl Lagerfeld sumó al famoso traje sastre un bolsillo para el smartphone y guantes con dedos recortados como los que él mismo usa en permanencia. Gabanes decorados con hileras de perlas se codean con un saco con capucha, al estilo callejero versión de lujo.
Hombreras gigantes, minifaldas, volados gigantes y profusión de nudos se suceden en esta colección muy ochentera.
Por su parte Saint Laurent, con una colección muy “glam rock”, un tapado evoca el de la legendaria colección 1971 de Yves Saint Laurent, que había causado escándalo por inspirarse en la moda de los años de la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial.