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Cartas al Director

Se necesitaron 88 años para que un presidente de Estados Unidos (EE.UU.) colocara sus pies nuevamente en tierra cubana.

EN CUBA NO HA CAMBIADO NADA

Se necesitaron 88 años para que un presidente de Estados Unidos (EE.UU.) colocara sus pies nuevamente en tierra cubana.

Granma, el periódico oficial de Cuba publicó la llegada de Obama así: “El presidente de los Estados Unidos de América, Barack H. Obama, arribó a Cuba en la tarde de este domingo para cumplimentar una visita oficial acompañado por su esposa Michelle Obama; sus dos hijas, Malia y Sasha, y su suegra, así como por miembros de su gabinete, y congresistas republicanos y demócratas”.

Obama fue recibido en el Aeropuerto Internacional José Martí por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla sin la presencia del presidente de Cuba, Raúl Castro.
El diario español ABC informó que “el mismo día en que Barack Obama se disponía a aterrizar en La Habana, el régimen presidido por Raúl Castro dejó claro que el deshielo en las relaciones con los EE.UU. no significa que las libertades vayan a abrirse camino en la isla. Medio centenar de miembros de las populares Damas de Blanco, que participaron junto con otros activistas por los derechos humanos en un acto en defensa de las libertades, fueron detenidas por las fuerzas de seguridad cubanas”.

En la misma nota periodística dijo que “según Martí Noticias, justo cuando la líder de este movimiento, Berta Soler, hablaba por teléfono con este medio con sede en Miami, un grupo de Damas de Blanco fueron hostigadas y golpeadas por ‘turbas’ del régimen.

En el audio de la conversación se escuchan los insultos y golpes de los castristas y los gritos a favor de la libertad por parte de las disidentes, y a la propia Soler gritar: ‘¡Obama, en Cuba no ha cambiado nada!’” Y añade: “Obama ‘va a encontrar una Cuba reprimida y va a salir de otra Cuba reprimida’. ‘Aquí nada va a cambiar –señaló la líder de las Damas de Blanco–, quienes vamos a producir los cambios son los cubanos’”.
Algunos analistas han criticado a Obama y afirman que el presidente de EE.UU. cedió mucho a los comunistas que dirigen la isla a cambio de nada, temas como la violación a los derechos humanos y la apertura política no fueron prioridad en las nuevas relaciones entre ambos países, se olvidan que fue un presidente republicano el que hizo lo mismo hace muchos años con el gobierno comunista de China, nos referimos al expresidente norteamericano Richard Nixon.

Estas nuevas relaciones fueron diseñadas para que los cambios se produzcan poco a poco, a corto plazo los más beneficiados son los comunistas que se encuentran actualmente en el poder, a largo plazo será la población cubana la que se beneficiará, pues si algo hace cambiar los modelos políticos es la apertura económica y aunque por ahora esta sea solo una pequeña hendija, es un rayito de esperanza para todos los cubanos.

Carlos Vílchez Navamuel.

SUSPENDER LOS DOS EMBARGOS

No cabe ni la menor duda de la importancia que tiene la visita del presidente de los Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama a Cuba, que es clave para que el pueblo cubano se encamine por el rumbo de la democracia, la libertad y la paz. En más de cincuenta años de dictadura comunista se ha dejado más que claro que con el comunismo no se desarrolla ninguna nación y que más bien este tipo de ideología somete a la pobreza y a la esclavitud a sus ciudadanos.

La libertad del pueblo cubano está cerca, el presidente cubano le demandó al presidente Obama la suspensión del embargo comercial que existe en contra de Cuba y creo que es meritorio suspender dicho embargo, pues el mismo no ha afectado a la cúpula del partido comunista, porque estos viven como grandes millonarios en lujosas residencias sin que les haga falta nada mientras el pueblo cubano sufre por la falta de todo.

El llamado del presidente cubano tiene lógica, pero yo me sumo a los ciudadanos libres del mundo que también demandamos que el gobierno cubano suspenda el embargo político, económico y social en el que ha tenido sometido al pueblo cubano. Les aseguro que los dirigentes del partido comunista no viven bajo diez láminas de zinc, ni con un chancho y una gallina, sino con todos los lujos y gustos mientras el pueblo se muere de hambre, igual sucede en los países como Brasil, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, El Salvador, entre otros organizados en la Alianza Bolivariana (Alba).

Por otro parte, escuchaba en los medios de comunicación que le dieron cobertura a la visita del presidente Obama a Cuba, entrevistas realizadas a ciudadanos cubanos que expresaron que EE.UU. debería de indemnizarlos por supuestos atentados en contra de Cuba. Entonces los nicaragüenses demandaríamos que Cuba y la Unión Soviética, ahora Moscú, también nos indemnice, pues ellos apoyaron a dictaduras comunistas de izquierda en todo el mundo que les causaron graves daños a sus ciudadanos.

Tanto Cuba como Moscú tuvieron incidencia directa en Nicaragua dotando a la dictadura sandinista de asesores militares y armamento, nada de eso fue gratis sino que le tocó al gobierno de doña Violeta Barrios de Chamorro pagar la inmensa deuda que tenía Nicaragua con Moscú por las armas que los comunistas enviaron a nuestro país en la década de los ochenta. Dicha deuda rondaba en más de 6 mil millones de dólares.

Máximo M. Castillo (Mexicano).

ASÍ TIENE QUE SER

No importa lo que dijo Obama en Cuba o lo que respondió Raúl. Fue la presencia de la familia presidencial en la bellísima Habana lo que de verdad hace historia. Es la sonrisa mutua de la conspiración compartida con alegría.

La nobleza cubana que recibe con digno entusiasmo y delicada cautela al agresor histórico como huésped. Lo honra y limpia permitiéndole rendirle honores a Martí. La frescura de Michelle y sus jovencitas y tímidas hijas mojadas por la lluvia tropical de Cuba, encuadra la sinceridad del encuentro. Ya no digamos la naturalidad y firmeza con la que Raúl enlazó su mano con la mano de Obama.

La serenidad de todos los rostros, sin odios, rencores o temores, que escuchan extrañados himnos antagónicos como que fueran hermanos gemelos. La determinación, en el lenguaje corporal de la banda de guerra, que por un instante paraliza el tiempo y lo congela. Como un relámpago borrar el pasado bochornoso y mostrar el rostro de la esperanza, posible siempre que están presentes los grandes valores superiores de los seres humanos.

Mucha es la deuda con Cuba. Eso todos lo saben y ya basta de repetir ese disco rayado. Son las acciones y solo las obras las que irán curando heridas. Poco a poco. Así tiene que ser. Así debe ser. Es difícil pasar de la soberbia a la humildad. De la agresión a la amistad. Poco a poco es como se logra esa transformación. Así tiene que ser. Así debe ser. Todo esto puede parecer ingenuo o utópico y lo sería si no estuviéramos en el siglo XXI, donde todo pasa a velocidades vertiginosas. Los cambios traen una inercia que no entendemos. El esquema de la mañana es ya obsoleto al atardecer.

Obama el presidente negro. Francisco el papa latinoamericano. Raúl el fiel hermano de Fidel. Son muestras de nuevas formas de operar, basados en la autenticidad y el valor, cuyos resultados son la única salida al atolladero en que unos cuantos torpes y salvajes a su propio beneficio han arrinconado al planeta y a sus pueblos.

No es una casualidad esto de Cuba. Es un resultado que al final le da la oportunidad a los EE.UU. de ennoblecer su imagen ante el mundo. Y Cuba, acostumbrada a lo difícil, con poco tiene para agigantarse aún más de lo que ya es. Es imposible que esta misión norteamericana no se contagie del ritmo de la trova cubana. Estoy convencido que ya nada será igual entre Cuba y EE.UU. Absolutamente nada.

Queda sellada esta movida histórica con el valor y audacia de Raúl Castro y Barack Obama. De que todo salga bien se encargará el pueblo cubano y la mejor gente del pueblo americano. Esto es el deseo más ferviente de todo latinoamericano amante de América y de todo norteamericano amante de América. Que los análisis los hagan otros. Estos son mis deseos.

Carlos Coronel Kautz.

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