la voz del pastor
mONSEñOR SILVIO FONSECA
La ideología de género es mencionada explícitamente en el documento de la Conferencia Episcopal de Nicaragua ENH (En búsqueda de nuevos horizontes). Esta ideología que se ha impuesto universalmente ha sido devastadora para la familia y específicamente contra la misma mujer, que en una justa reivindicación de sus derechos elementales como persona, mujer, madre y esposa, se ha ido en contra de ella misma, ya que ha atropellado su propia dignidad en su identidad y fines para la que fue creada. A nombre de esta corriente se han promulgado leyes y han obligado a los países pobres a arrodillarse imponiéndola como condición para acceder a préstamos internacionales, ignorando los derechos fundamentales de toda persona y la cultura de los pueblos.
La ideología de género tiene diferentes expresiones que van desde un erróneo concepto feminista hasta la masculinización del sexo femenino. En este contexto, la ideología de género ha sustituido el sexo por el género; ha creado un moderno concepto lingüístico en la diferenciación masculina y femenina; y se ha manifestado abiertamente en contra del concepto de la familia tradicional (la unión del hombre y la mujer) para aplicar el mismo término a “cualquier unión”.
Los que proponen esta nueva corriente son reducidísimos grupos que se han impuesto sobre la mayoría y han logrado legalidad a base de chantajes y medias verdades.
ENH se ha pronunciado acerca de la gravedad para nuestro país, ya que tal ideología está penetrando el sistema educativo de nuestro país, lo cual es una violación a los derechos humanos y de la familia nicaragüense que permanece fiel a sus principios cristianos y cultura nacional. Esta alerta del Episcopado nicaragüense se basa en la naturaleza humana y porque va en contra del plan de Dios que ha creado al hombre y la mujer iguales en dignidad pero diferentes en sexos. No es de extrañar la preocupación de profesores honestos que quieren educar en valores, pero que en la práctica no se les permite debido a presiones de redes sociales, a veces apoyadas por órganos estatales quienes se han arrogado el derecho de calificar agresión o no a una acción moralmente buena.
La ideología de género no termina en el ámbito conyugal y familiar, también se aplica al campo laboral, en términos de igualdad de oportunidades. Obviamente que tanto el hombre como la mujer tienen derecho a las mismas oportunidades; pero en algunos casos puede prestarse a arbitrariedades y facturas políticas entre el empleado y el empleador.
En conclusión reza el documento (no. 7): “Se trata de armonizar, complementar y trabajar sumando esfuerzos. La mujer es corresponsable junto al hombre, por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana”. (Aparecida, 452). *El autor es vicario de Familia de la Arquidiócesis de Managua
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