“La novela se convierte cada vez más en la novela cervantina donde cabe todo”, afirmó el escritor Sergio Ramírez Mercado durante el conversatorio ¿De qué hablamos cuando hablamos de narrativa latinoamericana en el siglo XXI?, con el cual se finalizaron en Managua las actividades del IV Encuentro de narradores Centroamérica cuenta.
“En la novela cervantina, añadió Ramírez, cabe la biografía, autobiografía, la crónica, las listas, materiales, el bruto, refinado; y el escritor hace de todo”. En su caso, recordó, ha sido escritor, periodista, cronista, y hasta reportero especial.
Participaron en el diálogo con Ramírez, Laura Restrepo (Premio Alfaguara 2004) y Jorge Franco (Premio Alfaguara 2014), ambos de Colombia; Santiago Roncagliolo (Premio Alfaguara 2006), del Perú.
Esta actividad se realizó en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra con la presencia de narradores de 17 países.
RELATOS DE INTERIORIDADES
“La novela Delirios de Restrepo va más hacia adentro que a la crónica periodística; y su historia es sobre la locura de uno de los cónyuges (Agustina Londoño)”, comentó Ramírez, al iniciar el conversatorio.
Luego se refirió al último libro de Restrepo, Pecado (2016), una colección de cuentos basada en una extensa entrevista que la novelista le hizo a una prisionera que había descuartizado a su compañero de vida que la abusaba.
Restrepo al contestar la pregunta de Ramírez sostuvo que en general “su escritura aborda la intimidad, los oficios cotidianos, las relaciones personales y no el estruendo del mundo interior”.
La escritora también es autora de La novia oscura, Olor a rosas invisibles, La Isla de la Pasión, todos libros de viajes al interior del ser, publicados por Alfaguara, entre otros.
Restrepo también se refirió a la novela Sara, de Ramírez Mercado, y dijo “le encanta este tema bíblico porque parece escrito desde el ojo de una mujer”, ya que se trata intrigas, celos, maternidad y menstruación.
“Hay algo sensorial e íntimo que le abre camino a esta narrativa, tan ajena a otras novelas del ruido exterior”, subrayó Restrepo. Para la escritora hay una narrativa latinoamericana que se está escribiendo en “tonos interiores y con fuertes lazos afectivos”.
Sergio Ramírez, Laura Restrepo, Santiago Roncagliolo y Jorge Franco.
MIRADA A PASIONES
Las preguntas de Ramírez también se centraron en la novela Rosario Tijeras, del escritor colombiano Jorge Franco; esta novela cuenta la historia de un trío amoroso en un contexto de narcos y violencia en Medellín, Colombia.
Franco contestó que su motivación para escribir esta novela fue su deseo de conocer más sobre el “papel de la mujer en el mundo del narcotráfico, sus vidas en bares y discotecas, su drama social, su dolor y sus rabias”.
Y descubrió que tenía que “recuperar desde su mirada de escritor una historia que contar, con sus paisajes, acentos y biografías”. También se refirió a su otro libro Maldito amor, con su menú sobre el amor de los niños, viejos, del mismo sexo, amores perversos.
Los cuatro escritores también contaron sus experiencias e historias como reporteros enviados por Médicos sin fronteras a países de pobreza extrema; asimismo sus anécdotas sobre el día que los llamaron para anunciarles que habían sido ganadores del Premio Alfaguara de Novela.
ENTRE MIEDOS Y LÍOS
¿Cómo ve la entrevista transformada en literatura? Le preguntó el escritor Sergio Ramírez al novelista peruano Santiago Roncagliolo. “Nunca pensé en ser escritor”, contestó el autor de Abril rojo, y Pudor, dos libros llevados al cine.
Roncagliolo se presentó como guionista y como alguien que ha sobrevivido a los medios y que ha escrito para ellos, redactor de discursos políticos, estos últimos lo ve como “escritos de ficción”, dice, luego sonríe. El público aplaude su ironía.
También se refirió a su trilogía de historias reales Memorias de una Dama, El Amante Uruguayo y La Cuarta Espada, basada en entrevistas, investigaciones costosas y largas; sus publicaciones, dice, le han generado líos, amenazas y censuras.
“Pero han sido tan buenas como las novelas”, dice satisfecho por salir airoso de estos desafíos. Roncagliolo cuenta que sus últimos dos libros, uno de ellos La noche de los alfileres, tienen que ver con ser padres y el sexo violento en la edad juvenil.