PAVOR A OBSERVACIÓN ELECTORAL
No me cabe en la razón como el partido de Gobierno se jacta y pregona con bombos y platillos, a través de encuestas que goza de popularidad, además su máximo dirigente anuncia y despotrica que los organismos de observación electoral internacional son “sinvergüenzas” y agrega: “Aquí en Nicaragua se acabó la observación”.
Creo que un partido político y sus dirigentes deben conciliar con la gente en los territorios y hacer prevalecer la voluntad popular, las elecciones son un mecanismo que sirve para ejercer la Democracia Participativa, a través del nombramiento de autoridades que nos representarán en los próximos años; una vez electos tendrán la responsabilidad de practicar la Democracia Representativa con buenas acciones, sin prebendas de ningún tipo que abonen al enriquecimiento ilícito de los mismos.
El problema no se resolverá con la invitación como observadores a los organismos; la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade) y Ética y Transparencia (ET) estos últimos de incidencia nacional, porque existen algunos aspectos que inciden en la dinámica del antes, durante y después del proceso, tales como: Antes 1) Entrega a tiempo de cédulas a los ciudadanos e igualmente documentos supletorios en caso de que aún no le hayan entregado las cédulas; 2) Transparencia en la selección de los miembros de los Consejos Electorales Departamentales, Regionales y Municipales (CED, CER y CEM), asimismo los integrantes de las JRV como presidente, primeros y segundos miembros; 3) Que el proceso de verificación electoral sea sin distingos de colores políticos, eso incluye seriedad y honradez cuando el ciudadano solicite un cambio de domicilio; 4) Colocación de los listados de ciudadanos en los recintos de votación, asimismo indicar si la JRV es de carácter “virtual” cuando sobrepasa la cantidad de votantes legalmente aceptables; 5) Verdadera fiscalización en los recintos de votación, eso incluye que los fiscales de cada partido político no hayan sido producto de la “venta” del tendido electoral por algunos de los competidores; 6) Que durante el escrutinio los responsables de las JRV sepan contar, que si dos más dos es cuatro no tienen por qué poner cien en el acta; 7) Permitir la entrada a la observación electoral nacional e internacional a los recintos de votación, misma que dará legitimidad al proceso, y 8) que los miembros del CSE respeten la voluntad de la mayoría y se remitan únicamente a recibir las actas, leyéndolas sin alterar el resultado que justifique los acomodos mal intencionado en la asignación de escaños para los más votados.
Dijo el filósofo griego Platón: “El problema o debilidad de la democracia es que quien asume el poder no es el más capaz, sino el más popular”. El llamado es para los gobernantes, por qué tener pavor a la observación nacional e internacional cuando se cuenta con el “apoyo de las masas”.
Salomón Samuel Mendoza Suárez. Municipalista.
CORRUPCIÓN DEL LENGUAJE
Tras las pasadas elecciones, por causa de los casos de corrupción económica descubiertos en sus filas, se tambalean los dos grandes partidos que se han alternado en el gobierno desde la transición. Pero el fenómeno de la corrupción no se da solo en la faceta económica tiene muchos campos de acción. Entre otros, la corrupción del lenguaje, que es por donde empiezan otras corrupciones. Por ejemplo: la afirmación de que “las promesas electorales están para no cumplirlas”, es un sarcasmo hipócrita, que aunque está socialmente aceptado, tiene consecuencias corrosivas.
Decir “No hay crisis económica”, cuando sí hay crisis económica, impide adoptar las resoluciones necesarias a su tiempo; o despotricar contra el adversario, recurriendo incluso a la descalificación personal y al insulto, con motivo de la corrupción económica en la formación ajena, mientras se ignora la que existe en las filas propias, es instrumentalizar el lenguaje con mucho cinismo; también tener un discurso político por la mañana y cambiarlo por la tarde, o decir una cosa en Madrid y otra en Barcelona… es utilizar el lenguaje como una herramienta al servicio de la demagogia.
También es una perversión del lenguaje denominar con aparente expresión democrática “Derecho a decidir”, para referirse a un proceso que pretende la desintegración territorial de España. Utilizar falacias, eufemismos, mentiras, etc. para llamar a las cosas con nombres que desfiguran la verdad, es prostituir la palabra y convertir el lenguaje en un arma de destrucción de los valores en que se basa la convivencia. Así como hay unanimidad para exigir que se devuelvan los dineros robados, también deberíamos clamar para que se respete, para que se devuelva, el valor etimológico y conceptual de las palabras, de cada palabra.
José Mirillo Berges.
LAS METAS DEL EI
El terrorismo es una de las estrategias de guerra más efectivas que existen, porque un atentado puede desencadenar una serie de eventos que llevan a un fin deseado por los terroristas. Por ejemplo, en 1914, el archiduque de Austria, Francisco Fernando es asesinado por Gavrilo Princip. Solo este acto llevó a iniciar la Primera Guerra Mundial donde murieron millones de europeos. Otro caso es el que planeó el antiguo jefe de la organización terrorista de Al Qaeda, Osama Bin Laden, al ordenar estrellar varios aviones en diferentes edificios en los Estados Unidos (EE. UU.), logrando su objetivo de involucrar a esa nación en varios conflictos internacionales que no tienen fin. También sucedió en España cuando la ciudad de Madrid sufrió un atentado el 11 de marzo del 2004, tres días antes de las elecciones; el ataque tenía como meta lograr que José Luis Rodríguez Zapatero llegara a ser el próximo jefe de gobierno, porque una de sus promesas de campaña era retirar a las tropas españolas de la guerra en Irak. Y una vez en el poder, la cumplió.
Hoy en día tenemos al Estado Islámico (EI), que con sus ataques feroces y frecuentes busca como reemplazar a Al Qaeda como la máxima organización terrorista del mundo, y para que los un mil seiscientos millones de musulmanes del planeta, y en especial los jóvenes, los vean como los grandes liberadores del mundo islámico, y futuros conquistadores de occidente. El EI anima a sus seguidores a atacar en los EE. UU. y en Europa, y que no lleguen a Siria e Irak donde morirán en el anonimato. Tiene lógica el cambio de estrategia porque en Siria e Irak el EI está perdiendo las regiones que conquistó para su califato. Otra meta del EI es realizar más atentados en EE. UU. para ayudar que gane las elecciones presidenciales Donald Trump, quien ha prometido combatir a los fanáticos en el Medio Oriente, ya que el EI piensa que puede derrotar a occidente. Si provocan a EE. UU. y a Europa estos iniciarán sus ataques contra los terroristas y serán vistos como naciones intolerantes que odian al Islam, y por eso le hacen la guerra. Otro objetivo del EI es que continúe la migración masiva en Europa para que los musulmanes se reproduzcan en ese continente, y en un futuro lograr conquistarlo y dominarlo.
Para vencer a los fanáticos, EE. UU. y Europa no tienen más remedio que declararles la guerra; también se debe vigilar de cerca las mezquitas en sus territorios que puedan ser caldo de cultivo de extremistas islámicos. Y ya que el EI ha sido exitoso en reclutar a sus miembros a través del internet, así como ver pornografía infantil en internet es ilegal y castigado con cárcel, así también, debería ser decretado ilegal entrar a la página web del EI. Algunos protestarían que eso limitaría la libertad de expresión, pero no es un asunto de libertad de expresión, es un asunto de seguridad nacional y muchas vidas están en riesgo.
José Ramón Quiñónez.