Católicos y devotos de la beata Sor María Romero, recordaron con distintos actos litúrgicos y obras sociales los 39 años del encuentro con el Señor de la monja nicaragüense, quién en vida se entregó a servir a los desamparados.
En Granada, en la casa natal de la religiosa quien falleció un 7 de julio de 1977, se realizaron el jueves distintas actividades para que los fieles recordaran a sor María, quién fuera beatificada por el santo padre Juan Pablo II, en el 2002, al comprobarse el milagro de la niña costarricense María Solís, quien luego de las oraciones de su madre nació sana a pesar que múltiples ultrasonidos indicaban que tenía labio leporino.
A las actividades realizadas en la ciudad de Granada, centenares de fieles y devotos de la religiosa se hicieron presentes, unos para conocer más de la vida de la beata y otros para agradecer los milagros que le atribuyen.
Sor María Elena Rodríguez, encargada de la casa natal y de la obra de sor María Romero Meneses, dijo que ha crecido mucho la devoción por sor María y lo atribuye a los grandes milagros que ha brindado a los fieles. “Ella es muy milagrosa y atiende las suplicas de las personas, que con fe se dirigen al Señor”, dijo la religiosa.