El obispo de la Diócesis de León y Chinandega, monseñor César Bosco Vivas Robelo, fue notificado por la Santa Sede, que los sacerdotes Mariano Dubón y Remigio Salazar fueron nombrados Siervos de Dios, por lo que se inicia la causa para la beatificación de ambos religiosos.
Vivas manifestó a LA PRENSA que hace algunos meses escribió a la Congregación de la Causa de los Santos en Roma solicitando abrir la causa de beatificación y canonización de los sacerdotes Dubón y Salazar, pero fue hasta hace dos semanas que recibió la respuesta positiva.
“Una vez que hemos recibido la luz verde para comenzar el proceso diocesano, vamos a nombrar el tribunal para recibir todas aquellas documentaciones o testimonios que sean necesarios para proceder a hacer nuestro estudio aquí en la Diócesis y una vez terminado este estudio en la Diócesis se traslada a Roma”, explicó el obispo.
“Tenemos que hacer un estudio de sus vidas, de su actuar como cristianos y como sacerdotes, de lo cual ya tenemos algunos escritos, algunos testimonios, por lo tanto no comenzamos de cero, ya tenemos algo”, expresó el obispo.
Las causas que motivaron al obispo de la Diócesis de Occidente para impulsar el proceso en la Santa Sede son simples: “La piedad de los fieles y la fama de santidad que gozaron” ambos Siervos de Dios.
Una vez iniciada la causa de beatificación de Dubón y Salazar el proceso no depende únicamente de las autoridades eclesiásticas: “Pueden ser unos pocos años o puede ser más, no hay un tiempo estipulado, depende de que la feligresía acuda a la intercesión de estos Siervos de Dios y a la documentación e incluso a los posibles milagros que se realicen”, aclaró el jerarca católico.
En Nicaragua también han sido nombrados Siervos de Dios el padre Odorico D’Andrea en Jinotega y la madre Albertina Ramírez, fundadora de las Siervas Misioneras de Cristo Rey.
VIDA Y OBRA
Mariano Dubón (1861- 1934) está sepultado en el templo San Juan de Dios en León; en esta ciudad creó el Hospicio San Juan de Dios, donde por muchos años funcionó el Hospital San Vicente. Desde su muerte se le conoce como San Mariano e incluso se le atribuyen milagros.
Remigio Salazar murió en 1857 y está sepultado en la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción de El Viejo, hasta este lugar llegan feligreses a colocar flores, a orar y a encomendarse a la intercesión de este sacerdote.