Por Mónica García Peralta
Guillermo Martínez, conocido como “Polvorita”, es entrenador de boxeo desde hace más de 40 años. Es viudo, tiene 15 hijos, siete de ellos fuera del matrimonio. Pertenece al salón de la fama del deporte desde 2006. Se considera un hombre que vive de la lógica, ha sido algo bandido en el amor, pero ahora dice que morirá soltero.
:::¿Cómo se describe?
Jovial y alegre. Tengo mi carácter pero solo para el trabajo (sonríe).
:::¿A qué reina de belleza le gustaría entrenar?
Sería una satisfacción máxima entrenar a Nastassja Bolívar.
:::¿Cuál fue su primer trabajo?
Soy sastre pantalonero.
:::¿Cuál es su mayor virtud?
Me gusta enseñar.
:::¿Qué sintió cuando recibió su primer golpe?
Quise bajarme del ring pero el entrenador me dijo: “Yo no tengo maricones aquí”. Gané por nocaut.
:::¿Considera un fracaso que no siguió boxeando?
Para nada. Si hubiese sido un fracaso me habría frustrado, y no es así.
:::¿Se arrepiente de algo?
De no haber tratado a mi esposa como debí, fui muy zángano.
:::¿Cómo le va ahora en el amor?
(Risas) Tengo siete años de no tener pareja formal, y creo que así me voy a quedar.
:::¿Cuántas parejas ha tenido?
No podría contarlas. Ahora lo digo con vergüenza: fui machista empedernido.
:::¿A qué le teme?
Cinco veces he escapado a la muerte. ¿A qué le puedo temer?
:::Cinco veces…
Sí. En el terremoto me sacaron de donde estábamos aterrados. Casi me ahogo en la laguna de Tiscapa. Dos veces en la guerra. Y hace poco me dormí manejando. Me quedan dos quizás (risas).
:::¿Sin qué no podría vivir?
Sin trabajar. El día que no pueda, ahí sí me voy a morir.
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