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Cartas al Director

Cartas al Director

A esta fecha creo que no es correcto que sectores de la sociedad civil y política de Nicaragua estén pidiendo que las elecciones sean libres y transparentes

Anular las elecciones
A esta fecha creo que no es correcto que sectores de la sociedad  civil y política de Nicaragua estén pidiendo que las elecciones sean  libres y transparentes, pues para mí lo que se debiera de pedir a nivel nacional y ante el mundo es la anulación de este proceso electoral.

Si tuviéramos un gobierno democrático,  con instituciones al servicio de la democracia,  esta petición de nulidad ya se estuviera tramitando, pero como estamos en un gobierno dictatorial y dinástico, una solicitud de nulidad de las elecciones solo sería posible utilizando el método de la guerra, algo que ya no queremos los nicaragüenses.

Estas elecciones nacionales o farsa electoral, se debería anular por los siguientes motivos: 1.- El haber sacado a la verdadera oposición del proceso electoral, dejando a miles de nicaragüenses del campo y de la ciudad  sin el derecho de votar y elegir a sus candidatos. 2.- El no permitir la observación neutral,  nacional e internacional. 3.- La no depuración del padrón electoral. 4.- La falta de credibilidad de los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE) en la  administración de este proceso electoral.

Creo que estos  son motivos suficientes para que se declare nulo el actual  proceso electoral, y considero que los obispos de la  Iglesia católica y la comunidad internacional deberían de jugar un papel importante para que en nuestro país se convoque a nuevas elecciones nacionales.
Así como este gobierno aplaude los millones de dólares que recibe de la comunidad internacional, también la misma comunidad internacional debería de incidir para que se anule este proceso electoral y se convoque a un nuevo proceso con la participación de  todas las fuerzas políticas y sociales del país,  sin exclusión alguna.

Mientras los verdaderos opositores políticos y la sociedad civil demandan un nuevo proceso electoral transparente, los dirigentes y candidatos de los partidos zancudos no dicen ni una palabra, y desde ya están avalando la farsa electoral a cambio de beneficios y prebendas  para ellos y sus familiares en las instituciones del  Estado.
Máximo M. Castillo (Mexicano).

 

¿Somocismo sin Somoza en FSLN?
“Nueva cara rueda sobre la bancada sandinista”, tanto para el parlamento nacional como para el centroamericano, es decir, “la sombra del somocismo  está ahora en el Frente Sandinista”, ¿Nueva correlación de fuerzas de políticos de la derecha al Frente Sandinista del ala izquierda?

Un amigo  de la vieja guardia del sandinismo me dijo: “Qué descaro Dios mío, si la espina dorsal del Frente Sandinista somos  los que luchamos contra ese somocismo”.
Wilfredo Navarro  inició su carrera política en la Juventud Somocista, hasta llagar a ocupar el cargo de secretario general del Partido Liberal Independiente (PLI), del doctor Virgilio Godoy Reyes. L calificaron de traidor cuando abandonó ese partido para  enrolarse en las filas de la Alianza Liberal en 1996 y se convierte en adulador de Arnoldo Alemán. Luego se deshizo de los halagos del caudillo del PLC para descargar su furia y conquistar otro periodo más en la Asamblea Nacional, ahora bajo las siglas y consignas del Frente Sandinista,  aunque dijera “que no le quitaba el sueño una diputación”.

Del doctor José Antonio Alvarado, ese mismo amigo mío me dijo lo siguiente: “Su figura física idéntica encarna a Anastasio Somoza Debayle,  seguramente podría atraer el voto de los indecisos”. Mucha gente, que creía en él, pensó que llegaría a ser el líder del partido rojo sin mancha que él refundó y reorganizó junto con Alemán,  sustentado por sus crítica contra el sandinismo. No es la primera vez que traiciona al partido que lo mantuvo en varios puestos claves del gobierno de Alemán, lo hizo en el año 2001 cuando se une al partido conservador y se convierte en compañero de fórmula de manera efímera con Noel Vidaurre, pero  por ciertas  circunstancias Vidaurre renunció para darle pase a Enrique Bolaños. Debo  destacar que Alvarado es una figura confiable del cardenal Miguel Obando

Jaime Morales Carazo, se ufanaba de ser el hombre de confianza en el gobierno liberal. No hay que calificar de buen gesto el hecho de que este señor que traicionó a su partido y a su ahijado Arnoldo, y como un conquistador de la esfera de Bonaparte y de la altura de Alejandro Magno, era el poder tras el trono,  algo parecido  a Vladimiro  Montesino en el gobierno de Alberto Fujimori de Perú. Las fotos con el dictador Somoza, que se encontraron en su vieja residencia que ahora ocupa el presidente Daniel Ortega, revelan su somocismo. Al triunfo de la revolución abandona el país para refugiarse en México y en el exilio organiza las Fuerzas Democráticas Nicaragüense (FDN).

Wilfredo Navarro, ahora se presenta como un gran oportunista, el mismo que siendo ministro del trabajo del gobierno de Alemán,  como furibundo antisandinista quería borrar del Código del Trabajo el artículo 185, según sus  argumentos era que el 19 de julio se debería de abolir por ser una celebración de un partido opositor que nada tiene que ver con el pueblo de Nicaragua. Pero el pasado 19 de julio, en el 37 aniversario de la revolución sandinista,  lo vimos en la plaza seguramente  celebrando anticipadamente su escaño parlamentario ¿Se olvida Navarro que una vez dijo lo siguiente? “El que vote por los sandinistas es votar por el pasado”, es una tradición acuñada de los políticos nuestros cambiarse de bando para seguir figurando y sacarle provecho económico.
Pedro David González Pérez. director de relaciones internacionales de la APN.

 

La cíclica historia oscura de Nicaragua
En Nicaragua vivimos un momento político y social histórico, cíclico,  porque nuestra historia política es repetitiva de su cultura misma. Cada cierto tiempo quien llega al poder difícilmente quiere soltarlo, sea del partido o ideología que sea.

Los tiempos son otros, pero nuestra política no cambia,  es hereditaria  y por ende todo el país no camina para ningún lado, sino que repite los mismos esquemas absurdos y mezquinos del pasado, se empantana en lo oscuro del poder, la ambición  desvanece toda ilusión de erradicar de una vez y para siempre el autoritarismo y el fanatismo, un mal que pareciera incurable en nuestra sociedad nicaragüense.

En definitiva solo la educación podría hacer romper esas cadenas que nos reprimen a ser un país más justo, pleno de derechos y libertades en todos los sentidos. Somos una nación sufrida, pero siempre con el anhelo de la patria soñada donde todos podamos convivir en armonía y respeto, carecemos de memoria histórica y de educación sólida para formar instituciones democráticas, apegadas al estado de derecho y a la Constitución Política del país, que garanticen el derecho de todo un pueblo, una buena gobernabilidad y estabilidad política, económica, social para la nación y sobre todo el relevo generacional que asuman la administración del país.

Todas estas malas actuaciones, falta de moral y conciencia por el bienestar de la patria, de parte de la clase política de nuestro país, sigue demostrando cada vez más que no le interesa el futuro de las nuevas generaciones de nicaragüenses sino sus propios intereses. La gran lección no es para la derecha ni la izquierda, la oposición o los partidos zancudos sino para el pueblo que se nos escapa de las manos la democracia insipiente y frágil pero ya conquistada con sangre derramada de tantos hombres valientes.
Lenin Duarte.

Cartas al Director elecciones en Nicaragua

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