En la mayoría de medios de comunicación afines al Gobierno, he escuchado y notado que cuando presentan una “noticia” acerca de inauguraciones de “obras”, tales como: parques, carreteras, puentes, etc. exteriorizan entrevistas con ciudadanos habitantes del lugar, y es común en estos la repetición de la frase “nunca antes visto”. No tengo nada en cuanto a la libertad de expresión de mis compatriotas, lo que molesta es la jactancia circense de estos mal llamados “comunicadores”.
Primero es importante aclararles a los ciudadanos que no tenemos que hacerle al Gobierno una estatua, fiesta, aplaudir o vanagloriarlo, porque sus acciones caben en las responsabilidades asumidas como entes públicos. Recuerdo que un amigo comentaba, que por ejecutar y culminar obras de beneficio social, no es relevante, porque se les paga el sueldo con el aporte dado a través de los impuestos directos y/o municipales.
En segundo lugar es sustancial que la ciudadanía aspire a conocer algunos detalles, tales como: 1) La obra será construida con fondos propios de la municipalidad o tendrá al Gobierno central como inversor; 2) La población beneficiaria será consultada y dará aportes para considerarla una prioridad; 3) Estará al tanto del presupuesto inicial y final, siendo (la obra) parte de un programa de Inversión Social Planificada (ISP), además habrá coherencia con el Plan de Desarrollo Comunitario, Plan de Desarrollo Municipal, Plan de Inversión Multianual, Plan Nacional de Desarrollo Humano, y abonará a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); 4) Se realizará un proceso transparente en la adjudicación, a través de licitación pública; 5) Los materiales que se utilizarán son de calidad, y cumplen con las especificaciones técnicas presentadas en los términos de referencias (TDR); 6) El contratista ejecutor no tiene parentela o afinidad con el alcalde, vicealcalde, concejales, secretario del Concejo, ministro, entre otros; 7) Se realizará una Auditoría Social (AS) antes, durante y después de construida , y por último; 8) Se cumplirán los procedimientos descritos en la Ley de Contrataciones del Estado y la Ley de Contrataciones Municipales, según el caso.
Por otra parte, mencionar que para estos menesteres tienen responsabilidad los funcionarios públicos, asimismo informar de los vicios ocultos que pudiesen surgir (a posteriori), eso por supuesto, implica la presentación del contrato firmado entre el “contratante” y el “contratado”; y si no se reflejaron estos aspectos en las cláusulas del documento no se tendrán los instrumentos, necesarios y útiles para los reclamos administrativos y/o demandas judiciales ante el deterioro acelerado o fallas (post) en la obra.
Como tercer punto es útil recordar que todos los gobiernos, según su naturaleza política de izquierda, derecha, centro o mixto tienen la obligación por la Ley de Acceso a la Información Pública, dar apertura y transparentar sus acciones, siendo lo más relevante que los beneficiarios directos e indirectos nos sintamos satisfechos; que se cumplieron y aplicaron las normas existentes, de índole técnica, jurídicas y administrativas para el desarrollo del proceso de construir una obra social sostenible.
Finalmente, recordarles la frase de Edmund Burke: “La única cosa necesaria para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”.
Salomón Samuel Mendoza Suárez.
A propósito de elecciones
Como ciudadano de un país “superneutral”, me sorprendió leer el domingo 16 de octubre del 2016, en LA PRENSA, una entrevista de la embajadora de Estados Unidos (EE. UU.) en Nicaragua, señora Laura Dogu, y después de haber participado yo en el foro de Amcham del 6 de octubre de 2016 con el excanciller nicaragüense y exembajador en EE. UU., señor Francisco Aguirre Sacasa, con presencia de la señora Dogu, quien para mi sorpresa no dijo ninguna palabra —a pesar que el tema era “elecciones en EE. UU.”—. Presentes estaban, entre otros, el expresidente Arnoldo Alemán, custodiado por un alto militar; señor Edgar Tijerino, que no encontró ese día algo sobre deportes como beisbol y voleibol, la señora Violeta Granera y, claro, el presidente de la junta directiva de Amcham, señor Roberto Sansón Caldera.
Una nota importante dijo el señor Aguirre: Para Nicaragua lo importante de las elecciones “gringas”: que una ganadora de nombre Mrs. Hillary Rodham Clinton sería más favorable para los futuros cuatro u ocho años para el pueblo de Nicaragua que un ganador de un impredecible Donald Trump.
Lo que me sorprendió fue que como ha mencionado la señora Laura Dogu en LA PRENSA, no estaba previsto en Nicaragua ningún debate televisivo en ningún canal nicaragüense con el tema “elecciones en Nicaragua”, antes de las elecciones nicas del 6 de noviembre (por ejemplo con participación de un Byron Jerez o una Marta McCoy). Estoy de acuerdo, abstención tampoco es la solución (sobre todo cuando se ponen una camiseta con la palabra “no boto”, con un b de burro). Y por fin, ¿cuándo será posible que los nicas viviendo en el exterior, sobre todo en Miami y Costa Rica, también tengan derecho de voto como nosotros los suizos viviendo en el extranjero? Tenemos otra votación nacional importante el domingo 27 de noviembre del 2016 por la salida de la energía nuclear, en mi país de origen, que en la opinión de la mayoría de los suizos no tiene sentido. Y, last but not least, en la primavera de 2017 serán las elecciones en Francia y en otoño en Alemania. Seguramente se desarrollarán mas ordenadas que la campaña “cuasi sucia” que hubo en EE. UU. Sin olvidar que en todos los países el voto es secreto.
Werner Horbaty.
Si fuera presidente
Nicaragua es un territorio geográficamente glorioso, con una población noble y emprendedora, las bellezas femeninas son inigualables a las del entorno de la región, la maravilla que posee esta patria es apreciable, pero lamentablemente políticamente ha vivido un terrible detrimento en este último siglo.
Hemos vivido pobreza y guerra entre nosotros mismo, el desastre más vergonzoso del mundo provocado por los ambiciosos políticos, mayoritariamente los presidentes que han estado presentes en la casa presidencial han aplicado en su totalidad la autocracia, con fraude en los comicios electorales, por lo que nunca sabremos lo que es democracia. La historia me dice que en destello la hemos vivido, el gobierno déspota no merece respeto únicamente y bien merecido desprecio, un dictador es lo peor que puede parir la madre naturaleza.
Si fuera presidente de Nicaragua lo que encontraría en mi dietario fuera lo siguiente: generar empleo para todo el pueblo en general en absoluta igualdad, respetar el derecho de cada ciudadano, atraer a los inversionistas extranjeros, apoyar al arte, cultura, tradiciones, y deporte, aumentarle el salario a los maestros que son el orgullo de la patria y también a los doctores y a todo el personal médico que hacen cotidianamente un trabajo formidable; bajarle el salario a los diputados que nada bueno hacen y que hay demasiados para este país tan pequeño, eliminar el Ejército que hace un trabajo innecesario, y reforzar a la Policía con más hombres capacitados y aumentarles el salario; brindar una educación excelente en todos los niveles y también sublime atención en las alcaldías y hospitales en donde el personal carece de ética y educación, al igual que en todos los lugares públicos del Estado. También eliminaría los rótulos políticos que existen en cada entrada y salida de cada ciudad, estas son inversiones insensatas; arborizar los bosques con verdaderas plantas, acondicionar el trasporte tanto en lo urbano como en lo rural.
Procurar que ningún ciudadano emigre al extranjero. Cuando Nicaragua tenga un presidente de ideología optimista y que se ocupe y preocupe por trocar para el bien común de la ciudadanía viviremos mejor, de lo contrario viviremos en lo ordinario, como Moisés que de lejos observó la tierra prometida.
Carlos Javier Jarquín.
