Un cristiano no puede entender al Cristo Redentor sin la cruz, sin que esté dispuesto a llevarla con Jesús. El papa Francisco se ha dirigido así a los presentes durante la homilía de este viernes en Santa Marta. Por eso, el santo padre ha recordado que el cristiano es igual al “cirineo”. El tener fe está en esta identificación: se pertenece a Jesús y se lleva con Él el peso de la Cruz. De lo contrario, se recorre un camino “bueno” en apariencia, pero no “verdadero”.
El papa Francisco ha tomado como referencia para su reflexión el Evangelio del día, en el que Cristo pregunta a los discípulos qué dice la gente sobre Él. Este episodio —ha recordado el papa— se encuadra en el contexto del Evangelio en el que Jesús cuida “de una forma especial su verdadera identidad”.
En más de una ocasión, cuando “alguno se acercaba” a comunicarla, “lo paraba”, así como impide más de una vez también al demonio que revele su naturaleza de “Hijo de Dios” venido para salvar al mundo. Así Francisco ha explicado que esto es para que la gente no se equivocara y pensara en el Mesías como un líder venido para expulsar a los romanos. Solo en privado y a los Doce, Jesús comienza a hacer catequesis sobre su verdadera identidad, ha indicado el santo padre.
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