La ballena azul de 17.5 metros que encalló en la playa rivense de Popoyo fue sepultada ayer por la mañana por efectivos del Ejército, la Policía Nacional y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), después de infructuosos esfuerzos para devolverla al océano. El cetáceo quedó varado en esta costa del municipio de Tola el viernes a mediodía. Unas 300 personas intentaron empujarlo hacia aguas profundas durante toda la tarde y parte de la noche, pero fue en vano. No habían terminado de sepultar a la ballena, cuando un delfín apareció muerto en San Juan del Sur. Entre las posibles causas de la muerte de ambos animales, los expertos mencionan trasmallos y pesca con bombas. Más información ÁMBITOS 2
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