Diablo
Cuando uno cree que ya lo ha visto todo, una mujer nicaragüense es quemada en la hoguera en medio de rezos porque unos tipos consideraron que tenía el Diablo adentro. Parece imposible que algo semejante esté ocurriendo en la Nicaragua del Siglo 21. Y todo mundo se indigna, se piden los peores castigos para los criminales y doña Rosario Murillo, con esa su voz maternal con que suele hablar todos los mediodías dice que “es realmente lamentable, una hermana que fue martirizada por miembros de su comunidad. Algo que no puede, no debe repetirse”.
Exorcismo
Y uno casi le cree a doña Rosario Murillo, cuando a los pocos días, dos personas más son echadas de sus cargos por el gobierno que dirige ella misma porque participaron en un acto donde estaba presente también Sergio Ramírez, un escritor que no comulga con ellos, como si del mismo diablo se tratara. Otro exorcismo. Otra hoguera. Algo que no puede, no debe repetirse.
Inquisición
Hace casi mil años, la Santa Inquisición usó al Diablo para acumular riqueza, eliminar enemigos, limitar la ciencia, promover el oscurantismo, ensañarse contra quienes pensaban diferente y ejecutar las más terribles muertes y mutilaciones que la mente humana es capaz de imaginar para sembrar el terror incluso entre los propios y los convencidos. ¿No suena familiar esto? ¿Es el tiempo de hogueras en Nicaragua? ¿Es la santa Inquisición volviendo con descaro?
Torquemada
La ministro de Cultura, Margine Gutiérrez, fue despedida de su cargo por dar una entrevista a LA PRENSA sin pedir permiso. Al embajador de Francia designado por el gobierno de Ortega, Oscar René Vargas, le cancelaron su cargo porque en otra entrevista dijo que “pensar trae mucha adversidad”. Y claro, es herejía porque con solo pensar que es malo pensar, ya está pensado y eso no se puede permitir. ¡A la hoguera! En Chichigalpa el alcalde presta un estadio de su municipio sin pedirle permiso a Dios y es sacrificado para escarmiento. Una diputada se negó a votar a favor de una ley que su conciencia le dice que no está bien. Ni siquiera votó en contra, solo se abstuvo. Pero la inquisición no sabe de medias tintas. La echan de su curul. Es tiempo de hogueras en Nicaragua y Torquemada anda desatado.
Abjuración
Así las cosas, resulta hasta compresible que varias ministras de este gobierno hayan realizado apresuradas su acto de contrición y penitencia después que también vieron al Diablo en persona. En tiempos de Torquemada hay que andar un paso adelante si se quiere sobrevivir. Resulta que estas ministras participaban en un acto en honor al Día de la Mujer en la embajada de Estados Unidos, cuando esa delegación destacó la vida de la veterana defensora de los Derechos Humanos, doctora Vilma Núñez, y como decir derechos humanos es decir el diablo para este gobierno, pues rápidamente hicieron una carta en la que dijeron repudiar ese “acto de hostilidad” de la embajada, así como abjuró hace 400 años Galileo Galilei para salvarse de la condena del Santo Oficio.
Linchamiento
La inquisición es contagiosa. Si se levantan piras en el gobierno para los que tienen contacto con el Diablo, sus diablos, igual se hace en las montañas de Rosita y también en las redes sociales. Como aquella muchacha que en una entrevista no quiso o no pudo resolver al aire una operación matemática malitencionada. Y ahí vimos desfilar a los torquemadas con capuchas de punta y antorchas en la mano para participar en el linchamiento público a través de internet. Y estoy seguro que ni el periodista que hizo la pregunta ni ninguno de quienes se ensañaron con ella tildándola de bruta por no resolver la operación podría contestar una pregunta como esa en circunstancias similares. Insisto: es tiempo de hogueras en Nicaragua.
Intolerancia
Es el Diablo de la intolerancia el que anda suelto en Nicaragua. Se alimenta, crece, se reproduce y no muere. Y puede que se esgriman las más altas razones para quemar a una pobre mujer campesina, puede que las ministras aleguen que reconocerle méritos a doña Vilma Núñez rompe “la Armonía y Unidad que tenemos”, y puede que los destituidos de San Juan del Sur por participar en un acto con Sergio Ramírez se hayan sacrificado para evitar la contaminación con ideas diabólicas. Sandeces. Nadie con un poco de sentido común va a creer que estaba Dios, el bien de la Patria o la unidad de la Nación en estos actos de intolerancia y oscurantismo que solo pueden salir de la mano del diablo mismo.