Agradecimiento a doña Anita
Desde nuestro Hogar de Ancianos “Asilo López Carazo” de Rivas, queremos dar las gracias a la señora Ana María Chamorro de Holmann por su generosa y desinteresada donación que hace posible solventar muchas necesidades que presenta la obra cada día.
Que el Señor rico en Misericordia que no se deja ganar en generosidad le bendiga a doña Ana María, su familia, a la obra que dirige y los colme de bienes espirituales y materiales.
Cuente con nuestras oraciones y la de los ancianitos.
Hemos puesto en la Eucaristía del domingo la Acción de Gracias por sus vidas, sus obras, sus proyectos y todo aquello que hacen felices a los que más necesitan, en este caso nuestros ancianitos.
Hermana Cecilia Rosario Blanco Cubillo, directora de Fundación López Carazo.
Las letras que le faltaron a la corona
Sí, murió el doctor Humberto Mendoza López, fundador del Seguro Social, fundador de la Escuela de Servicio Social. Entregó su vida entera a la causa del Seguro, era un experto en seguridad social, un técnico, un legislador, un enamorado de la seguridad social, llevaba el departamento jurídico, creó la oficina de afiliación y beneficios, representó a Nicaragua en todos los foros internacionales sobre seguridad social que fueron muchos durante el periodo de más de cuarenta años que entregó su vida la institución.
Era parte de su vida, estaba impregnado de lo que era la mística de la Seguridad Social; se llamaba INSSBI cuando él lo fundó y decía que le habían borrado las dos últimas letras: BI, que encerraban el sentido, la mística de lo que era y para lo que era el seguro: Bienestar, eso es lo que significaban las dos últimas dos letras, BI. ¿Bienes para quiénes?
Bienestar para los trabajadores, bienestar para los asegurados, bienestar para los jubilados, bienestar para los ancianos. Fueron suprimidas esas letras y se socavaron los cimientos de esa protección, de esa sombra que arropaba a los trabajadores sobre todo a los trabajadores que habían llegado a su vejez.
En una oportunidad el doctor Mendoza había dejado, eventualmente, el Seguro y abrió una oficina en la casa para aquellos ancianos que por falta de conocimiento, por falta de información dejaban de percibir lo que por ley les pertenecía: su pensión. LA PRENSA publicó en su momento un artículo que decía: El Ángel de los jubilados.
Cuando eventualmente se despidió del Seguro doña Hope dijo: “Eso no puede ser, se va la columna vertebral del Seguro Social”:
Prestó sus servicios como experto en seguridad social a todos los gobiernos, moros y cristianos, tirios y troyanos, porque él era el Seguro Social viviente, cada parte de su cuerpo destilaba amor por los trabajadores.
Cuando llegó el triunfo de la revolución todo el mundo huyó del Seguro, solo Humberto Mendoza López llegó a entregarlo a las nuevas autoridades y cuando iba a retirarse uno de los comandantes le dijo esta frase lapidaria que nunca se me olvidó: “Doctor Mendoza, usted no puede dejarnos, lo necesitamos, usted doctor ha resultado no contaminado con el régimen genocida anterior”. Y se quedó hasta su jubilación por eso y muchas cosas más, si tuviera que enumerar las cualidades de mi marido, necesitaría no todas las páginas del periódico sino la colección Salvat corregida y aumentada.
Murió una personalidad, murió un hombre irrepetible y el instituto al que sirvió durante más de cuatro décadas, no se hizo presente ni pronunció en su memoria ni una palabra ni una letra. Sí hubo una corona fúnebre del Seguro a título personal, pero señor mío, se le olvidaron las letras que más hubiera querido mi marido: INSS.
Sí estaba la corona de la Escuela Trabajadores Sociales que fundó mi marido y que por la que tanto amor sintió siempre.
Mimí de Mendoza.
Ejemplo de obispos venezolanos
El artículo editorial de LA PRENSA del pasado 15 del corriente, refiriéndose a un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana dirigido al pueblo venezolano el pasado 12 de julio de este año, dice en su último párrafo: “Ninguno de los arzobispos y obispos venezolanos esconde el bulto ni habla con ambigüedad. Todos están definidos claramente por la democracia y contra la dictadura. Con honestidad y valentía profética se han puesto del lado del pueblo democrático. Los que tengan oídos, que oigan”. Lo que manifiesta el editorialista es clarísimo y no es necesario abundar en su significado.
Excelente ejemplo el de los obispos venezolanos para algunos de nuestros propios obispos. Cómo quisiera que todos nuestros obispos y sacerdotes hablaran con la claridad con la que lo hacen los pastores venezolanos; y enfatizo en el término “todos”, porque algunos de los obispos nicaragüenses, por ejemplo, Silvio Báez, Rolando Álvarez, Jorge Solórzano, y Abelardo Mata (no implico que únicamente ellos), así lo hacen, y su mensaje es claro, fuerte, y sin ambages. Sin embargo, otros ministros de Dios, conociendo de sobra los padecimientos de la gran mayoría del pueblo nicaragüense y los abusos y violaciones de los derechos de ese mismo pueblo, de parte del régimen maquiavélico, perverso y corrupto de Daniel Ortega, no dicen una palabra al respecto y evaden el tema cuando son cuestionados al respecto.
Por favor, ungidos de Dios, recuerden que Jesús siempre fue claro en su hablar y actuar, y no anduvo con diplomacia, medias tintas o buscando la aprobación de los poderosos. Lo motivaba el amor a la verdad y por ese amor fue que siempre habló con toda claridad, como en Mateo 23, 27: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Semejantes a sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero por dentro están llenos de podredumbre”. Frase durísima y en contra del poder establecido, pero Jesús no calló.
Nunca es tarde para reflexionar y enmendar.
René García Urcuyo.
Acciones inmediatas
Venezuela como nación ha dado una tremenda lección a todos los pueblos latinoamericanos y particularmente a los neos marxistas leninistas organizados en el Foro de Sao Paulo fundado en 1990 por el Partido de los Trabajadores del Brasil. Es un mensaje también a esa corriente que tuvo el intento de convertirse en tsunami en estos pueblos empobrecidos que hoy se enfunda en el eufemístico nominativo de “socialismo del siglo veintiuno”. Los desenmascaró de su verdadera naturaleza delincuencial y carroñera.
Ese es el verdadero pueblo venezolano que al escribir estas notas de opinión no se sabe el desenlace fatal de Nicolás Maduro y el chavismo. Pero de una cosa estamos seguros: el chavismo ya no será más en Venezuela, y después de la liberación de esa aberración criminal y nefasta del chavismo, América Latina recuperará su democracia y libertad.
Pero esperen, todavía hay más.
Otra gran lección del pueblo venezolano para nosotros los latinoamericanos, es que nos ha puesto en evidencia que la unidad de las clases media y los trabajadores es imprescindible para detener el avance y derrocar a los regímenes autoritarios del siglo veintiuno.
En todo caso, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como vanguardia que en realidad es del pueblo venezolano una vez tomado el poder político del país, está obligada a ejercer las siguientes acciones:
1-Elaborar y poner en marcha un proyecto de restauración y de unidad nacional;
2-Eliminar toda posibilidad que el Partido Socialista Unido de Venezuela sea oposición parlamentaria proscribiéndolo constitucionalmente;
3- Reformar la actual Constitución eliminando toda posibilidad del regreso del chavismo y de la reelección presidencial;
4- Constituir tribunales de excepción al interior del país, a fin de juzgar y condenar penalmente a toda la jauría chavista;
5-Llevar a la Corte Penal Internacional a Nicolás Maduro y a sus cómplices que cometieron delitos de Lesa Humanidad; y
6- Confiscar todos los bienes robados al pueblo que actualmente estén en posesión de Maduro y sus operadores criminales.
Eufracio Villanueva Ugarte.
