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Daniel Ortega, reformas

En Letra Pequeña

¿Debe el Estado cambiar su comportamiento abusivo para que cambiemos los ciudadanos o debemos cambiar los ciudadanos para que cambie el Estado?

Semáforo verde

Una señora intenta cruzar la pista que pasa frente a la UCA. Lleva un niño de la mano. Se detiene en las rayas amarillas con cara de pánico en medio del intenso tráfico de la hora pico. Con su gesto ruega a los conductores, y finalmente algunos se detienen, bloquean el tráfico y la señora puede cruzar la calle. A la par de ella, sin embargo, está un semáforo peatonal que nadie activó, y, más allá, un puente peatonal, que muy pocos utilizan para cruzar. Ella tiene derecho a cruzar tranquilamente y los conductores a detenerse si siguiera el sencillo procedimiento de apretar un botón, pero prefirió –por apuro, desconocimiento o costumbre– arriesgarse y depender de la buena voluntad de otros para cruzar ilesa.

Conectes

Este es, a mi criterio, el ejemplo de un mal mucho más extendido: en Nicaragua despreciamos los procedimientos y buscamos como resolver con favores. Así es en todo. “Broder, tenés algún conecte en Tránsito que me ayude a sacar la licencia”. Llegamos a la Alcaldía, al Registro, a  Migración y otros, buscando un rostro conocido que mueva más rápido nuestra gestión. Hemos convertido en favores nuestros derechos. Y eso no es normal. Lo normal es que usted llene las formas que tenga que llenar, haga la fila que tenga que hacer, cumpla con los requisitos y del otro lado le resuelvan por obligación su trámite. Lo normal es que la señora active el botón de la luz verde, los vehículos se detengan por el semáforo en rojo, y ella cruce con todo su derecho sin que nadie tenga que hacerle el favor de dejarla pasar.

Telefonazos

Hace unos días, el consejero económico de la embajada de Estados Unidos, William Muntean, se preguntaba en una entrevista con LA PRENSA cuál es en Nicaragua el sistema para resolver conflictos: “¿Es a través del sistema jurídico o es a través de algunas llamadas de celular?”, decía. Y él mismo se respondió: “Los empresarios estadounidenses, nicaragüenses, tienen esta perspectiva, de que esta llamada con los altos funcionarios es más importante para facilitar los resultados, (para) la implementación de los fallos o no implementar los fallos judiciales”.

Somos “la  ley”

Hace algún tiempo relaté que vi a un policía cruzarse en su moto un semáforo en rojo, con una señora sin casco como pasajera. Y que cuando un vehículo le reclamó a pitazos la invasión de su paso, el policía reaccionó molesto, indignado, porque alguien se atrevía a cuestionar la “autoridad” que él representa. Ese es otro problema: siempre estamos pensando que las leyes, las restricciones, las sanciones, son para los otros. Y eso viene desde el origen, porque los mismos que hacen las leyes las hacen pensado en otros, porque ellos se consideran exentos, ya sea por inmunidad o por conectes. Ellos son la ley. Y vale para el Estado y para todo. Si no fíjense en los centros de trabajo: quien pone una norma es el primero que no la cumple.

Filas para “babosos”

En nuestra cultura, el que hace fila es “el baboso” y el colado es “el vivo”. La fila es una forma  civilizada de tener derecho a nuestro turno según el orden de llegada de cada quien. Todos hacemos filas varias veces al día. Las más comunes las hacemos en el tráfico. En un semáforo, por ejemplo. Pero siempre está el vivo que piensa que la fila no es para él. Que hagan fila los babosos, dice, y se va por un carril alterno, hasta llegar a la punta y donde pide entrada, a veces cortés y descaradamente. Colarse. Casi siempre se salen con la suya, ya sea por un malentendido concepto de cortesía o porque para evitar problemas, choque o pleito, se deja entrar al abusivo. También, se ve como normal. O casi normal. El problema es que los colados son seres despreciables que van por la vida robándoles el tiempo a los demás.

Huevo o gallina

¿Y si al final solo tenemos el gobierno que merecemos? Pongo estos sencillos ejemplos de la vida cotidiana para demostrar que muchos de los males que nosotros les criticamos a los gobiernos los tenemos y exhibimos nosotros mismos todos los días. Y hay muchos más: linchamientos en las redes sociales, acoso callejero, calles como basurero, maltrato animal, etc. ¿Debe el Estado cambiar para que cambiemos los ciudadanos o al revés? ¿El huevo o la gallina? No quiero justificar nada, al contrario, considero que muchos de estos comportamientos anormales son promovidos por conveniencia desde la estructuras de poder, porque la cultura del telefonazo, de ley para los otros y de favores en vez de derechos, les da poder sobre nuestras vidas a quienes deberían tener la obligación de servirnos. Comportarnos diferentes a ellos también es una forma de rebelarnos.

Columna del día En Letra Pequeña Fabián Medina LA PRENSA

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COMENTARIOS

  1. Jose
    Hace 7 años

    A Nicaragua la hemos convertido en un lugar de “problemas en casi todo”. Existen Leyes casi para todo, pero si no se aplican y si además no hay vigilancia para que se apliquen, la situación se convierte en una especie de “anarquía” una nueva cultura de “vivir sin ley” se ha apoderado del país, sencillamente porque todos hacemos lo que queremos, cuando queremos y como queremos y cuando digo todos, somos todos, grandes, pequeños, blancos morenos, ricos pobres, etc, Aquí se arroja la basura donde se quiere, se construye donde se quiere inclusive en andenes, hay despale indiscriminado, el peatón cruza una calle o carretera donde quiere o puede, los vehículos a grandes velocidades,etc, etc, y para todo existe ley? pero la vigilancia es escasa o nula no hay prevención. Es un gran reto para las autoridades que tienen a su cargo el desarrollo ordenado del país.

  2. Cesar
    Hace 7 años

    Que bien ilustrado Fabian , definitivamente debe ser una malformación mental de creerse los caciques, de que si no es por ellos , la cosa no avanza , no se puede, es como cuando vas a la policía a realizar un tramite que sencillamente se puede realizar personalmente , pero no, el mismo policía te hace perder tanto tiempo ,obligándote a que contrates a un ´´ corredor ´´ o abogado , o que se yo , al final se trata de alguien que te ofrece los servicios por que el tiene los conectes para realizar el tramite mas rápido , y entonces ????? Conectes, Telefonazos , procesos , entonces ??? Para eso estudian?….para eso cobran tanto estos funcionarios ??? Sencillamente este hazmereir es increíble.

  3. Robertito José
    Hace 7 años

    Lamentables es esa la realidad del país, una “característica” que fue siendo estructurada e montada desde hace rato, transformándose en algo “normal” a la hora de enfrentar una fila para cualquier cosa por decir algo. Tal vez una perversión de nuestra idiosincrasia maltratada e influenciada negativamente por las sucesivas maras de gobernantes que hemos tenido en nuestra historia. Los cuales han hecho todo lo posible para mantener vigente siempre una postura antisocial, sin valores cívicos, carente de educación, llevando a la mayoría de ciudadanos a opciones confundidas con comportamientos fraudulentos de “viveza” y “arribismo” para se dar bien pasando por encima de otros. Todo esto lo vemos en escalas pequeñas hasta en las más grandes posibles, con actitudes y procedimientos diversos que ya casi ni son extraños delante de los ojos de todo mundo. Además, el Estado es el principal referencial e incentivador de este comportamiento espurio, porque ha amplificado este “modus vivendi” ahora con una “abeja madre”, mejor dicho con una Avispa Reyna de la colmena o más exactamente del panal, que a través de sus “obreros zánganos” propagan y aplican los antivalores en la sociedad para perpetuar ese mal que persiste en la sociedad.

  4. AMR
    Hace 7 años

    Gracias. Ojalá que su escrito nos haga flexionar y corregir porque para avanzar debemos de tener una sociedad basada en leyes, normas y ética de conducta que nos apliquemos todos. Sin esto, Nicaragua será un país fallido, una sociedad irredenta y fracasada. Pero también le digo, que los medios también hacen linchamientos públicos por el amor al “sport” del periodismo. Y la verdad ya la hemos perdido. Volvamos a basar nuestra sociedad en la verdad.

  5. el carolingio
    Hace 7 años

    necesitamos cambiar de arriba hasta abajo

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