La juez de audiencia en Nueva Segovia, Marbely Blandón, admitió este lunes la acusación en contra de Jessica Flores Rivas y David Uriel Maradiaga Talavera por el delito de secuestro simple en perjuicio de una recién nacida de Nueva Segovia. Flores y Maradiaga, presuntamente, raptaron bajo engaños a la bebé el pasado 28 de febrero en la comunidad El Olingo, del municipio de Quilalí.
Blandón ordenó además mantener la medida cautelar de prisión preventiva en contra de los acusados y programó la audiencia inicial para el próximo 15 de marzo.
El abogado defensor, Gabriel Díaz, se remontó al artículo 163 de la Ley 641 del Código Penal, para mencionar “la posibilidad de que la procesada sea enjuiciada en libertad y que el veredicto de culpabilidad o inocencia estará a cargo de un Tribunal de Jurado de Conciencia”.
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Díaz dijo además que por tratarse la causa de un presunto secuestro simple las penas son de entre tres y seis años de prisión. El caso deberá ventilarse en los Juzgados de Ocotal, a cargo del juez de Distrito Penal de Juicio en Nueva Segovia, Mario Barberena.
“La juez determinará si en la próxima audiencia del 15 de marzo hay garantía para sustituirla y si definitivamente hay posibilidades de que en la próxima audiencia se cambie la medida cautelar por otra menos gravosa”, indicó Díaz.
Necesitaba atención médica
Flores es enfermera auxiliar del Hospital Yolanda Mayorga, en Tipitapa, y el pasado miércoles llegó junto a David hasta la casa de Leslie Morán, madre de la recién nacida, a decirle que le entregara a la bebé porque estaba enferma y debía a recibir atención médica por parte del Estado.
Morán le entregó su pequeña hija a la enfermera y ésta se la llevó al barrio San Cristóbal, en el kilómetro 14 de la Carretera Norte, en Managua, a la casa de una amiga para que se la cuidara.