Un equipo del Instituto Nacional de Medicina Legal (IML) irrumpió la tarde de este martes en la vela de Lisseth Carolina González Mendoza, de 25 años, quien falleció producto de un accidente de tránsito, para realizarle una autopsia.
González, quien era psicóloga, falleció la madrugada del martes en el Hospital Antonio Lenín Fonseca por complicaciones derivadas del accidente que sufrió el pasado 22 de diciembre, cuando fue atropellada por un bus de la ruta 104 frente al recinto universitario, Pedro Aráuz Palacios (Rupap), de la Universidad Nacional de Ingeniería.
La víctima, que regresaba a su vivienda en el barrio Georgino Andrade, resultó con una fractura en la pelvis. González pasó más de setenta días hospitalizada en dos centros, primero en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Manolo Morales, de donde fue trasladada al Antonio Lenín Fonseca, donde falleció.
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El conductor del bus fue identificado como Alfredo Enrique Cuarezma Páramo, de 30 años, y según Maura Mendoza, mamá de la fallecida, únicamente estuvo detenido 48 horas.
Cuarezma, quien habría realizado un giro indebido, sería procesado por el delito de lesiones gravísimas por accidente de tránsito, pero con la muerte de González, la tipificación del delito cambió a homicidio imprudente.
Pedía suspensión de licencia
Mendoza aseguró que al conductor se le realizó una primera audiencia y para el próximo 4 de abril está programada la otra. Tras la muerte de González, las autoridades policiales retomaron el caso para hacer las averiguaciones correspondientes.
Desde su cama González le expresaba a su mamá el deseo de que al busero le suspendieran de por vida la licencia de conducir. “Fueron dos meses en el hospital donde me tocó vivir la cruda, los llantos y las curaciones de mi hija”, recordó la pastora.
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“Es un día de victoria porque mi hija partió con Cristo. Siempre la recordaré como una valiente, como una guerrera que le creyó a Dios”, agregó.
“Una ganancia”
Espiritualmente, Mendoza ve la muerte de su hija como una ganancia aferrándose al versículo bíblico del libro de Filipenses 1:21: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”. “Humanamente para mí ella murió, pero en el Señor es el día más gozoso porque el evangelio es una carrera y ella la coronó con todos los honores”, dijo la pastora.
Hace año y medio la líder espiritual del Ministerio Uniendo a la Familia perdió a su esposo y ahora le toca despedir a su única hija.