Yamileth Ávila Sánchez, de 38 años, y Zeylin del Carmen González Zamora, de 17, murieron quemadas la tarde de este lunes en una casa en la comunidad Buena Vista del Peñón, al norte del municipio de Jalapa, en Nueva Segovia. El crimen mantiene en alerta a las únicas 143 familias que habitan en este lugar.
La vivienda fue incendiada, según información extraoficial, por dos delincuentes de nacionalidad hondureña, los mismos que el 24 de febrero pasado les llegaron a robar 70 mil córdobas, un rifle calibre 22 y una pistola. Los criminales habrían amordazado y torturado a las víctimas antes de incendiar la casa.
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Los lugareños de la comunidad rural Buena Vista del Peñón, ubicada a 20 kilómetros al norte de Jalapa y a sólo un kilómetro de la frontera con Honduras, aseguran que la tranquilidad no volverá a ser la misma. La zozobra y el miedo a la delincuencia se apoderó de la zona. Y en el rostro de sus habitantes se nota el temor.
Esta vez, según los lugareños, a los delincuentes no les bastó presuntamente robarles 21 mil córdobas en efectivo, dinero que la familia tenía por la venta del café y los ingresos de su pequeña pulpería. Sino que también masacraron a las dos mujeres que se encontraban solas en la casa.
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Algunos vecinos, que prefirieron guardar su identidad, relataron que fueron cuatro hombres encapuchados los que cometieron el crimen a eso de las 3:00 de la tarde de este lunes. El fuego, dicen, ya había empezado cuando escucharon una detonación de escopeta, momento en que los delincuentes habrían disparado a las mujeres.
Las autoridades hasta el momento no han brindado detalles sobre si las dos fallecidas también fueron sometidas a violación. Los pocos ciudadanos, en su mayoría adolescentes, que se encontraban en la comunidad al momento del hecho corrieron a sofocar las llamas, pero las mangueras habían sido cortadas.
Una mujer apreciada
Tras el crimen, por la distancia y las condiciones del camino entre Buena Vista del Peñón y Jalapa, la Policía llegó varios minutos después. Las mujeres ya estaban calcinadas entre los escombros de la vivienda.
Luego del crimen varios adolescentes intentaron seguir las huellas de los delincuentes pero, según cuentan, las perdieron al llegar a la comunidad Villa Rica, en Honduras, a pocos metros del Cerro Jesús, ubicado en la frontera natural entre ambos países.
“El dolor y la consternación es difícil superarla. La Yami (como le decían a Yamileth Ávila) era una persona muy apreciada en la comunidad”, comenta un vecino. La joven de 17 años, que también fue quemada, cursaba el cuarto año de secundaria y esperaba estudiar una licenciatura en inglés, según su madre.