La UNAN quedó etiquetada como el principal adversario para frenar al Real Estelí en la temporada 2017-18 y fracasó de principio a fin. Nunca estuvo cerca de ser ese equipo. En el Torneo de Clausura se esperó que se lavara la cara y volvió a tropezar. La expectativa de ser protagonista en cada torneo tuvo una realidad opuesta a la expectativa que solo salvaron en el honor al evitar el repechaje.
Los universitarios realizaron las mejores contrataciones del Apertura con Samuel Wilson, Eulises Pavón, Justo Lorente, Jason Coronel, el colombiano Juan Uribe, por mencionar algunos nombres, y en el Clausura se reforzaron con elementos experimentados como el guatemalteco Franklin García y el brasileño Gledson Pereira con el objetivo de recuperarse, pero no alcanzó ni la Liguilla (el sexto lugar es el último cupo) en ninguno de los torneos.
¿Qué pasó? Es difícil saberlo. La directiva tenía prevista una reunión este viernes para analizar todo y preparar la próxima temporada pero no la hicieron por las protestas que vive el país. Lo que sí es seguro que habrá cambios desde la dirección técnica, a pesar de que Luis Vega los salvó, hasta de jugadores. Al final todos son responsables.
La UNAN no puede volver a hacer un papel como de esta temporada. La directiva necesita definir con claridad qué quiere, buscar un técnico que sepa manejar grupo y dejarlo que imponga disciplina.