Al filo de las laderas camina un centenar de pobladores de Teustepe, quienes avanzan en fila por los estrechos caminos hacia el cerro La Cebadilla, ubicado en la comunidad Acedades, hacia donde peregrinan cada año como muestra de fe y devoción a Santa Rita de Casia, la patrona de los teustepeños.
Para el presbítero Guillermo Blandón, la tradicional peregrinación simboliza un reencuentro con la historia, puesto que la imagen apareció hace más de 200 años en el cerro La Cebadilla. “Cada año venimos al lugar de las apariciones, para los feligreses es encontrarse con la historia, darle gracias a Dios que escogió esta tierra para sus milagros, Dios es el señor de la historia, es un recordar las maravillas que Dios hace”, mencionó.
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Entre la multitud, avanza Margarita Jarquín, quien comentó que peregrina estos senderos hace más de diez años, movida por la devoción a Santa Rita. Junto a ella, también caminan nuevos feligreses, que por primera vez hacen el recorrido hacia el cerro donde apareció la imagen sobre una rama de pochote.
El recorrido desde la ciudad hasta el cerro dura aproximadamente dos horas, la mitad de ese tiempo, los feligreses deben caminar cuesta arriba y bordear varios cerros hasta llegar a una pequeña ermita donde descansa otra imagen de Santa Rita, en lo alto de un pochote. Ahí se detienen para ofrecer una misa en honor a su patrona.
Los signos de Santa Rita
Al llegar a la cima del cerro, los feligreses vieron con asombro como la imagen de Santa Rita, que está resguarda en una pequeña casa en un tronco de pochote, tenía la mirada puesta sobre la ruta que transitaban sus devotos.
Para Blandón, esto representa un símbolo de que la patrona de los teustepeños ha escobado las oraciones de sus fieles, quienes durante todas las fiestas han pedido por la paz de Nicaragua. Asimismo, explicó que este año la peregrinación se hizo por otro camino, por eso les asombró que la imagen estuviese precisamente viendo en la dirección a este camino.
“Nuestro asombro es que la imagen está de lado, viendo hacia la ruta que nosotros veníamos, eso quiere decir que ella estaba esperándonos en esta dirección, que camina con nosotros, es sentir que ella viene con nosotros. Me conmueve” refirió el sacerdote.
Por su parte, Beatriz Largaespada, mayordoma de Santa Rita, mencionó que cada año ella es la encargada de arreglar esta imagen sobre el tronco de pochote, pero que esta vez la encontró viendo hacia otra dirección, por lo cual decidió no tocarla.