Ramiro Blanco buscará el título mundial de las 130 libras de la Federación Mundial de Boxeo (FMB) este viernes ante el púgil de Ruanda, Patrick Kinigamazi. Su entrenador Norberto López confía en las facultades de su muchacho. Antes de esta pelea, su manejador Rosendo Álvarez había negociado un combate en Londres, que finalmente se cayó, pero surgió la nueva posibilidad.
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Blanco marcó sin problemas la categoría. No es un peleador de 130 libras, pero la oportunidad lo empujó a tomar el reto. El nicaragüense detuvo la báscula en 128 libras y un cuarto, mientras su oponente y campeón del organismo sin reconocimiento mundial, Kinigamazi, 129 libras.
Con todo y el favoritismo del peleador local, además de pelear entre su público, Blanco tiene chance de salir con el cetro. Todo radicará en su ambición por arriesgarse, entrar en el intercambio, soportar la escasa pegada del campeón y desarrollar su golpeo.
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Por lo menos, Blanco ha demostrado tener agallas y buen aguante. En uno de los mejores combates del año pasado en el boxeo casero, el ahora retador se enfrentó a Alexander Mejía y llevó su esfuerzo al límite, terminando con una derrota sumamente ajustada, pero que le dio el respeto del público y del propio Mejía. Asimismo, Blanco suele agrandarse un poco en dependencia del rival que tenga enfrente.
Blanco se presenta con 17 triunfos, dos derrotas y tres empates. Patrick Kinigamazi a sus 35 años posee dos derrotas, sin empates, con 18 nocauts en el profesionalismo.