Centenares de pobladores acompañaron a dar el último adiós a Donald Ariel López Ruiz, de 27 años, quien fue ejecutado por una mujer policía la tarde de este sábado, en el barrio San Miguel, durante los enfrentamientos entre pobladores contra fuerzas antimotines y turbas sandinistas, que dejó un saldo de cinco ciudadanos fallecidos, entre ellos un menor de 15 años, Junior Gaitán.
“A mí me dijeron que le dispararon en el corazón, y me lo trajeron a la casa porque yo lo crié, él era como mi hijo. Ya venía sin vida mi muchachito lindo, por un disparo. Esos malditos perros me lo mataron. Dejó a su muchachita (una hija), él era zapatero y trabajaba en Monimbó”, dijo entre llantos doña Marie Flores, pariente de Donald.
Le puede interesar: Antimotines y turbas orteguistas matan al menos a cuatro hombres y un menor en Masaya
Durante la misa de cuerpo presente, en la iglesia Magdalena de Monimbó, familia y amigos de la víctima lloraban desconsoladamente. El entierro fue acompañado por filarmónicos que entonaban la canción “Vivirás Monimbó”. También se quemaba pólvora y se gritaba, entre el dolor y la rebeldía: ¡Viva Nicaragua libre! ¡Viva Masaya! ¡Que se rinda tu madre!
Anastasia López Aguilera, quien es miembro de la Alcaldía de Vara Indígena de Monimbó, acompañó hasta su última morada a Donald López. Mientras recorría la calle central de este histórico barrio hacia el cementerio, demandó al Gobierno que ponga fin a las agresiones, ya que “toda Nicaragua está sufriendo”.
Lea también: Hospital Militar reporta que atendió a nueve heridos y recibió dos muertos tras represión
“Estos muchachos están muriendo indefensamente”, comentó López Aguilera, ya que los manifestantes se defienden con morteros y piedras. “Este es el momento de que todos nosotros tenemos que volcarnos a las calles para ver esta lucha, porque esta es una lucha de inocentes”, indicó.
Asimismo, uno de los jóvenes que estuvo en las trincheras, expresó que están llenos de dolor y tristeza por todos los “hermanos que han caído”. “Daniel (Ortega) está entrando a desaparecer Monimbó para venir al repliegue, pero una cosa le decimos: que aquí no se aparezca ni en pintura”, expresó.
Otro niño mártir
En tanto, el entierro de Junior Gaitán López, de 15 años, los familiares no paraban de llorar. “Me siento muy mal por lo que le hicieron a mi hijo, porque el maldito policía me lo mató a quemarropa. Si yo hubiera estado con él, doy mi vida a cambio. Él andaba con sus amigos apoyando la causa de los jóvenes”, logró decir, entre llantos, Aura Lila López, madre del adolescente.
Lea además: Así quedó el mercado de artesanías de Masaya luego de los saqueos
Gaitán cursaba el primer año de secundaria en el Instituto Central, y según algunos amigos que andaban con él, éste rogó por su vida, pero “lamentablemente fue inútil”, coincidieron.
El sepelio se tornó tenso porque al entrar al cementerio del barrio San Carlos de Masaya, los acompañantes del entierro, se alarmaron al momento que una camioneta Hilux pasó por la zona, por lo que procedieron a sepultar al adolescente de forma rápida, para después estar atentos ante un posible tiroteo.
Masaya mantiene sus trincheras, como una medida para evitar que la Policía Nacional entre a la ciudad. Desde el 18 de abril, la “Ciudad de Las Flores”, al menos ha soportado cinco ataques por parte de fuerzas policiales y paramilitares.
Lea: Nueva ola de saqueos en la madrugada de este viernes en Masaya