Después que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), otorgara medidas cautelares en protección de los derechos del sacerdote Edwin Román, párroco de la iglesia San Miguel, en Masaya y el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, dicha organización notificó a la Fiscalía General de la República sobre la medida, para que no exista ninguna posibilidad que esta penalice o criminalice sus gestiones humanitarias.
Leiva Sánchez junto con el párroco Román han jugado un rol fundamental en medio de la represión por parte de fuerzas regulares y paramilitares que ha vivido Masaya, ya que han sido mediadores para la liberación de presos y oficiales de la Policía Nacional que habían sido capturados por los manifestantes, en medio de las protestas ciudadanas.
Primero los derechos humanos
El defensor de derechos humanos demandó que la Fiscalía ponga “en vigencia de forma inmediata, sin mayor trámite y sin mayor dilatación, que nosotros somos beneficiarios al igual que nuestros núcleos familiar(es), de una medida de protección internacional, de una instancia internacional de derechos humanos”, dijo.
El sacerdote ha recibido amenazas por medio de llamadas, mensajes, de forma verbal y fue visitado por una persona de alto nivel. “Más que todo como queriendo averiguar cosas que no encuentra, porque mi labor es pastoral, atendemos a todos”, dijo. Agradeció a Dios por las medidas y a la CIDH porque los ha favorecido.
Muestra de ello, es que la casa cural de la iglesia San Miguel, se ha convertido en un dispensario para atender a las víctimas de represión, en albergue, e incluso en una morgue, por los casos de dos personas muertas.
Por su labor, Leiva Sánchez, expresó que son víctimas de sectores que siembran el terror en la sociedad y también son objeto de situaciones que motivan el desistimiento de gestiones humanitarias en pro de los que no tienen voces. Mientras tanto, el párroco Román, expresó que su misión es pastoral, un apostolado.
Llegan más donativos
Con un donativo de víveres para la gente que está en la lucha contra el régimen de Daniel Ortega, en el barrio Monimbó de Masaya, se presentó este viernes el universitario Lésther Alemán, junto a demás compañeros, como parte de un gesto humanitario que fue bien visto por la población y por organismos de derechos humanos de Nicaragua, ante la escasez de alimentos.
Alemán aseguró que el pueblo nicaragüense se ha volcado a dar su donativo a la Catedral Metropolitana de Managua, para ayudar, y que se ha arriesgado a llegar hasta Masaya “porque Masaya nos ha enseñado lo que es la unidad y ser un bastión de lucha”, añadió.
En cuanto a las medidas cautelares que la CIDH le otorgó a él y a 12 líderes universitarios más, afirma que aunque estas medidas no garantizan la integridad física, porque “le estás diciendo a tu asesino que te custodie, y muchas personas han muerto con medidas cautelares, pero sí nos alegra por los otros muchachos que salieron con las medidas cautelares y sabemos que es un respaldo ante todo para nosotros”, indicó Alemán.
Dijo que la posición ellos ante la OEA, Organización de Estados Americanos, fue de que esta sea garante internacional de la democratización en Nicaragua y no que tome partido.
Sobre los días de “reflexión” que pidió este viernes el presidente designado por el poder electoral Daniel Ortega en su encuentro con los obispos nicaragüenses, el líder universitario, matizó que “su reflexión se acabaron como a las dos horas (del encuentro) por el ataque a (los jóvenes de) la UNAN, no sé si está reflexionando y envía a las turbas, es irónico y desalentador porque saber que todavía le dan un chance de respirar o de dar una calidad moral ante este país, y lo desaprovecha, y eso molesta”, añadió.
Asimismo, el representante de ANPDH para el suroriente del país, Danilo Martínez también le fueron otorgadas, desde el 21 de mayo, medidas cautelares.