Monseñor Jorge Solórzano Pérez, obispo de la Diócesis de Granada, encabezó la mañana de este viernes una procesión en la ciudad turística para orar por la paz y rechazar la violencia, muerte, injusticia y la presencia de paramilitares que provoca terror en la población.
“No queremos más mentiras. La paz se funda en la justicia, no más injusticias, muertes y agresiones. Es injusto que estén matando al pueblo”, dijo Solórzano, quien junto a decenas de personas recorrió las calles de Granada, ciudad que se ha visto afectada económicamente por la falta de turistas.
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Solórzano, quien también es uno de los obispos críticos al Gobierno, dijo que en este momento tanto los obispos y sacerdotes, como la ciudadanía, están expuestos a ser agredidos y, por eso, pide al Señor “que aleje de toda Nicaragua a las fuerzas malignas”.
El obispo dejó claro que la participación de la Iglesia católica en la mesa del diálogo nacional responde a un servicio pastoral y no a intereses políticos. También agregó que en el diálogo no buscan cuotas de poder sino que sólo quieren ayudar a Nicaragua para que ya no hayan más muertes.
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Solórzano sostuvo que la presencia de organismos internacionales en el país es muy valiosa en materia de derechos humanos. “Es un paso muy positivo que estén aquí, dado que el pueblo no cree en la justicia de Nicaragua y estos nos dan más confianza”, comentó.
La procesión con el Santísimo salió de la catedral Inmaculada Concepción y recorrió las calles Real Xalteva, Arroyo Carita y el mercado, zonas donde en días anteriores se han escenificado enfrentamientos, saqueos e incendios. “Los pastores de esta Iglesia católica estamos con el pueblo”, expresó.
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LA PRENSA consultó a algunas personas y denunciaron que, ante la presencia de militares en Granada, anda un grupo de sandinistas señalando las casas donde viven personas opositoras al Gobierno, quienes incluso han recibido amenazas de muerte.