Helmuth Bustos, de 37 años, es el escultor que pretende colocar un monumento en la calle donde paramilitares asesinaron a Sandor Manuel Dolmus, de 15 años, el monaguillo de la Catedral Basílica de León que quería ser sacerdote.
Dolmus recibió un disparo en el pecho el pasado 14 de junio a pocos metros de su casa ubicada en el barrio San Juan. Ese día mientras los leoneses levantaban barricadas, paramilitares y policías abordo de camionetas Hilux disparaban en distintas direcciones en toda la ciudad.
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Ante la muerte del joven monaguillo, Bustos quien es habitante del barrio Camilo Ortega, de Managua, decidió hacer una escultura del rostro del monaguillo leonés.
“Con respecto a Dolmus, fue la entrega, la ofrenda de amor que él había hecho por su pueblo valiente de León, al cual le mando un saludo. Dice una frase: León puede ser abatido, pero nunca vencido. Hay personas que están interesadas en colocar la imagen de Dolmus en la esquina donde fue ultimado, pero primero sería que se calmen las aguas, que todo este trago amargo pase”, dijo el escultor.
Quería ser sacerdote
Uno de los sueños del joven religioso era convertirse en sacerdote. “La perdida de nuestro divino pastorcito ha sido muy grande, hemos perdido un futuro sacerdote de Nicaragua y todas esas cosas me ha venido calando y por eso le quise hacer una ofrenda”, expresó Bustos.
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“León está llorando por Dolmus, León no lo puede olvidar. Es la ciudad victoriosa, guerrera y la ciudad de la insurrección”, refirió el artista.
Bustos manifestó que la escultura del joven es un aporte y un pequeño grano de arena que le puede dar al país. “Es lo que le puedo ofrecer, mi talento, lo que yo realizo como escultor, estoy agradecido con las personas que me catalogan como el escultor del pueblo”, expresó.
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El escultor también ha elaborado otras escultura, entre ellas figura una con la imagen del niño mártir Álvaro Conrado, de 15 años.
Un cambio
“Todo es por un cambio. Le estoy rindiendo tributo a todos los mártires en esta nueva Nicaragua que se está formando. Espero que las personas que están vinculada a la paz de este país puedan hacer bien su trabajo y que ya no haya más violencia, ni derramamiento de sangre”, afirmó el escultor capitalino.
Bustos trabaja con plastilina o arcilla como parte de la primera, que es moldear la imagen. Luego se puede imprimir en cemento, fibra de vidrio o madera.
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“Desde mi infancia, desde los seis años venía con esa malicia, con esa picardía en la casa de mi madre, en la panadería, en hacer escultura. De manera profesional tengo diez años, desde el 11 de junio 2008 se inauguró mi primer trabajo con mi maestro”, finalizó Bustos.