A simple vista los hombres no piden mucho a la hora de vestir, al contrario de lo que ocurre con otros intereses personales como puede ser la tecnología o productos deportivos, en la vestimenta son, generalmente, más relajados.
Aunque cada vez toma más importancia cómo se ve el conjunto y lo que se proyecta, aún en nuestro país hay generaciones que compran su ropa con la única intención de cubrirse y no en función de un estilo en particular. Es importante conocer como se mueve la industria de la moda actualmente para descubrir cuales son las aspiraciones de sus compradores.
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El comprador actual de moda o aquel que busca mejorar su proyección, busca variedad, tendencias y buen precio. Identifica las diferentes formas de vestir para las actividades propias de su estilo de vida, y ya no busca vestir igual en todas las ocasiones; al contrario, persigue hacer cambios aunque sean mínimos.
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También indaga sobre las tendencias para conocer qué tan obsoleta se vuelve su imagen o si está alineada a lo actual, sin caer en excesos. Y por último, el buen precio, buscando aquellas ofertas que permiten encontrar productos de buena calidad y durabilidad y hasta de marca para renovar nuestro closet.
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Los nuevos estudios indican que las marcas están dando más valor a la estética aspiracional del consumidor, por lo que las propuestas comienzan a estar influenciadas por este elemento, dejando de lado la segmentación por edades. La nueva generación Z tiene más sentido de la estética que las otras, debido a la manera de informarse a través de los medios de comunicación digitales y las redes sociales. Aún así, como todo es viralizable, la misma oferta de mercado para los Z, termina siendo usada por aquellos que no tienen un claro estilo al vestir.