El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, consideró como inaceptable el “uso letal de la fuerza” contra protestas pacíficas en Nicaragua. Además, le resulta chocante la elevada cifra de muertos producto de represión de grupos “ligados al Estado”.
“Y por eso es tan importante que la violencia termine y que el diálogo político permita encontrar una solución inclusiva (…).Desde las Naciones Unidas nos ponemos a entera disposición del gobierno nicaragüense para servir como mediador en este proceso”, dijo Guterres en San José, Costa Rica.
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La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) pone la lista de muertos en al menos 351.
“Es una responsabilidad primaria de los estados la protección de sus ciudadanos. El número de muertos ya es inaceptable”, añadió Guterrez, luego de un encuentro con el presidente costarricense, Carlos Alvarado, en Casa Presidencial.
“Yo no soy defensor de análisis simplistas a problemas complejos, pero hay una cosa evidente: hay un número de muertos que es chocante y hay un uso letal de la fuerza por parte de entidades ligadas al Estado que no es aceptable”, cuestionó.
Guterres está de visita en Costa Rica participando de la celebración del 40 aniversario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano judicial de la Organización de Estados Americanos con sede en Costa Rica.
Además de secretario general de la ONU, Guterres fue primer ministro de su país, entre 1995-2002, cargo al que llegó por el Partido Socialista de Portugal. También fue presidente de la Internacional Socialista (1999-2005) y Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (2005-2015).
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, explicó que la crisis de Nicaragua es un problema que afecta a la región y por lo tanto, su país “seguirá alzando la voz y condenado el uso de fuerza letal, particularmente la de este fin de semana, dirigida a estudiantes universitarios”.
“Hemos condenado esas acciones, porque sabemos que la labor del Estado y del gobierno es proteger a la ciudadanía. Entendiéndose que eso es así es que hemos condenado esas acciones y seguiremos alzando la voz en diferentes foros; y señalando rutas para que hayan soluciones a un problema que afecta la región, usando la vía costarricense”, dijo Alvarado.
Alvarado afirmó que “lo que sucede en Nicaragua demanda una reacción de la Organización de las Naciones Unidas para detener la ola de violencia generalizada”.
Agregó que las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias, la intimidación contra manifestantes, medios de comunicación, estudiantes, defensores de derechos y miembros de la iglesia católica son actos inadmisibles que deben terminarse cuanto antes.