El Ejecutivo de Daniel Ortega, además de boicotear el Diálogo Nacional, dice que este es utilizado por grupos golpistas en su contra para “legitimar acciones criminales” , que es como oficialmente califican las manifestaciones antigubernamentales desde abril pasado.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, presentó este miércoles en el seno del Consejo Permanente de la OEA la posición de su gobierno en una propuesta de resolución bajo el título Restitución de la Paz en Nicaragua.
En ese documento, que fracasó estrepitosamente al conquistar solo tres votos de 34, el gobierno de Ortega propuso a los países miembros del organismo, “condenar el hecho de que los grupos golpistas de oposición utilizan el Diálogo Nacional promovido, por el Gobierno de Nicaragua, para legitimar sus acciones criminales y armadas contra la población civil y la Policía, en connivencia con los grupos criminales y delictivos organizados internacionales, para desestabilizar el Estado de Nicaragua”.
Lea más en: Gobierno sandinista incumple la mayoría de los acuerdos del Diálogo Nacional
Durante su comparecencia, Moncada aseguró que su administración era víctima de un golpe de Estado “suave”.
Lenguaje orwelliano
Las reacciones no se hicieron esperar a nivel local. “El gobierno de Ortega siempre ha usado un lenguaje orwelliano. Unidad es división, reconciliación es confrontación. El ejercicio de derechos para ellos es golpismo”, explicó la abogada constitucionalista y miembro de la Alianza Cívica, Azahálea Solís.
Las conversaciones, entre el Ejecutivo y la sociedad civil, fueron iniciadas el 16 de mayo pasado, teniendo como testigos y mediadores a los obispos de la Conferencia Episcopal.
Ortega siempre incumple
Sin embargo, Ortega no ha cumplido la mayoría de acuerdos a los que se ha comprometido, entre estos el cese de la represión.
El lunes 9 de julio, cuando los obispos viajaron a la ciudad de Diriamba, en Carazo, fueron agredidos por turbas sandinistas.
Entre las víctimas del ataque de grupos del FSLN estuvo entonces el propio nuncio apostólico.
También: Cifra de asesinados sube a 351 personas en Nicaragua
La discusión de la agenda democrática, que implicaría su salida del poder y la realización de comicios adelantados, ha sido rechazada por Ortega. Lo ve como el intento de golpe de Estado del que habló su canciller.
La crisis tiene tres meses, en la cual el Estado ha reprimido a la población que protesta en las calles en demanda de la renuncia del mandatario. Según organismos de Derechos Humanos, han muerto al menos 351 personas desde abril.
Criminalizar protesta
Azahálea Solís sostiene que Ortega pretende aplastar el proceso de diálogo, donde se le exige su salida inmediata del poder.
“Un Gobierno que está fundado sobre una base de ilegitimidad e ilegalidad no acepta la demanda de derechos. Golpismo, crimen organizado, terrorismo; todos esos son estigmas para criminalizar la protesta social, poner a la ciudadanía a la defensiva y anular la posibilidad de un diálogo que no esté controlado por el orteguismo”, afirmó Solis.
Absurda acusación
El doctor Carlos Tünnermann, también miembro de la Alianza Cívica, aseguró que los señalamientos de Ortega, de pretender calificar a esa organización de golpista y terrorista “es completamente absurda”.
Lea más en: Daniel Ortega evita otra vez el tema electoral en diálogo nacional
“La política de violencia y terror de Ortega ha sido condenada por la OEA y los países miembros de esa organización están claros de dónde viene la violencia”, explicó el intelectual.