Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, parece no restarle mucha importancia a los ataques del presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, quien el pasado 19 de julio acusó a la jerarquía católica de ser parte de un golpe de Estado en su contra, sosteniendo además que los obispos se habían descalificado como mediadores del Diálogo Nacional del cual son mediadores y testigos.
“El presidente habla como político, para sus seguidores, para sus simpatizantes, entonces hay que interpretarlo así. Nosotros estamos dispuestos, independientemente de lo que él diga, estamos dispuestos a seguir colaborando en el diálogo, lo importante es que nosotros no nos sentimos descalificados”, afirmó el jerarca católico.
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Ortega fue quien invitó a los obispos a ser mediadores del diálogo, y estos aceptaron, pero con la condición de que se discutiera la democratización del país, para resolver las demandas de los ciudadanos que exigen la salida de la pareja presidencial.
“Fue el mismo gobierno que nos invitó a este diálogo y aun con toda la fragilidad de este diálogo, los obispos haremos todo lo posible por continuar”, sostuvo el prelado.
Infame y calumniador
En relación con las acusaciones de Ortega de que se usaron templos como cuarteles para almacenar armas y bombas para asesinar durante las jornadas de protesta que han causado casi 400 muertos, Báez lo rechazó rotundamente.
“Esa es una afirmación absolutamente falsa, desde nuestros templos no se ha atacado a nadie ni se han guardado armas, mucho menos, como dijeron en la Asamblea de la OEA se ha torturado a nadie; son infames calumnias contra la Iglesia”, aclaró Báez.
Sin embargo, el miembro de la Conferencia Episcopal reconoce que Ortega pone en una situación difícil la reapertura del proceso de diálogo. “Ciertamente llamar en este momento al diálogo va a ser mucho más difícil, precisamente por la actitud confrontativa que ha tomado el Gobierno con el lenguaje calumnioso contra la Iglesia, pero eso no nos va a detener para volver a convocar al diálogo”, afirmó el obispo Báez.
Las declaraciones del obispo auxiliar de Managua se enmarcaron este domingo en que toda la Iglesia del Continente Americano y Europeo se unió a una Jornada por la Paz de Nicaragua, para que cese la represión gubernamental.
El obispo Báez destacó que la jornada de toda la Iglesia por Nicaragua es “un signo de unidad y solidaridad”.
Obispos se reúnen hoy
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadores y testigos del diálogo, se reúnen este lunes para evaluar el Diálogo Nacional.
“Cómo lo haremos y cuándo, los obispos nos vamos a reunir y ya avisaremos concretamente nuestra decisión”, explicó Báez.
Los obispos le presentaron el pasado 7 de junio al presidente Ortega una ruta pacífica y constitucional que incluye elecciones anticipadas para superar la crisis de violencia en Nicaragua, pero el caudillo la rechazó.