Que el pueblo no mate al pueblo
Oración por Nicaragua
(Al heroico pueblo de Sandino. A Ernesto, Claribel, Sergio, Francisco, Gloria, y a los miles de Ernestos, Claribeles, Sergios, Franciscos, Glorias y a la única Gioconda, que lucharon unidos con poemas y sueños. Raúl Zurita, poeta chileno)
Raúl Zurita
Que el pájaro Guardabarranco no mate
al pájaro Guardabarranco
Que la llanura no mate a la llanura
Que el río no mate al río
Que Juan no mate a Juan
ni Luis mate a Luis
Que no maten de nuevo a tus muertos.
Que no asesinen de nuevo a tus asesinados
Que tu carne no mate a tu carne
Que el mar no mate al mar
No tú Nicaragua
No tú Nicaragua
No tú Nicaragüita
niña mía
Hija ensangrentada
Que no mate el aire al aire
Que no mate el viento al viento
Que no mate el cielo al cielo
que las estrellas no maten a las estrellas
Que el pueblo no mate al pueblo
No tú Nicaragua
No tú Nicaragua
No tú Nicaragua
Que no sea tu sangre la asesina de tu sangre.
Dos niños buscaban a su padre
Carlos Tünnermann Bernheim
A doña Elea Valle
La inminente desgracia
sin piedad los perseguía.
De comunidad en comunidad
anduvo la familia perseguida y acosada.
Silibila, Yaoya, San Antonio Su Sú en el Caribe,
fueron testigos de su angustia.
Un día, el padre pide ver a sus hijos
tras dos años de andar enmontañado
Francisco, de apenas doce años,
y Yojeisel, adolescente de dieciséis, saltan de alegría
vislumbrando el encuentro
con el padre ausente.
Largo es el camino que deben emprender.
La madre presiente la desgracia
y ruega que no vayan.
El amor filial se impone,
y los niños salen en busca de su padre.
La muerte siniestra les aguarda
en la boca de los brutales fusiles.
La tarde de aquel sábado premonitorio
en San Pablo 22 de La Cruz de Río Grande,
fue testigo del jubiloso encuentro,
del abrazo filial del padre con sus hijos.
La muerte siniestra les aguarda
en la boca de los brutales fusiles.
Cae la noche.
Los niños, cansados, duermen apacibles
acurrucados a su padre,
que anda con otros dos rearmados.
En la madrugada del domingo
los sorprende la infernal patrulla.
La orden siniestra de aniquilamiento
la escupen la boca de los brutales fusiles.
El niño Francisco y la adolescente Yojeisel,
tras salvajes torturas,
son también asesinados.
Lanzados a fosa común,
por salir a buscar en la montaña
el abrazo amoroso de su padre.
¿Por qué mata el hombre?
Héctor Avellán
Abril es el mes más cruel: engendra
lilas de la tierra muerta, mezcla
recuerdos y anhelos, despierta
inertes raíces con lluvias primaverales.
(T.S Eliot, La tierra baldía)
Los animales más leves en su ser
van por ahí reproduciéndose,
se comen con voracidad la vida
para vivir
y son capaces de amar
hasta la muerte
¿Por qué mata el hombre a su hermano?
Bajo el mismo cielo crecen los hombres,
unos junto a otros
hombro a hombro luchan cada día
van poniendo fronteras
van despertando al poder
y poco a poco se vuelven sordos al corazón que les late
Hay una frecuencia oculta que les une
Una señal que se va perdiendo
¿Qué busca el hombre bajo la uña de su hermano?
¿Qué quiere encontrar al hurgar en su herida?
¿Qué quiere oír en su llanto?
¿De qué se llena su corazón con las súplicas de su hermano?
¿Qué quiere ver florecer en la bóveda de su cráneo?
¿Qué alimento es el miedo para el alma del hombre?
Busca acaso el hombre la vida en otro hombre,
en su hermano,
porque quizá el que mata ya está muerto.