Al menos diez árboles han sido talados en las riberas del Río Acome, en el barrio La Libertad, en Chinandega, durante lo que va del año. El pasado domingo fueron derribados tres árboles, entre ellos uno de laurel y un guanacaste blanco y a pesar que los habitantes del sector han denunciado la tala al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), el Instituto Nacional Forestal (Inafor) y el Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor), no han dado respuesta a este daño ambiental por estar concentrados en realizar marchas y plantones oficialistas.
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Los pobladores señalan a una trabajadora municipal identificada solamente como Sonia de ordenar, la mañana del domingo, el corte de los árboles tras recibir el llamado de una familia en el sector.
Edgard Briceño Zepeda, habitante del sector declaró que esa familia vecina no tenía ningún motivo para derribar los árboles en las cercanías del arroyo. “Lo que tengo entendido es que se debe aprovechar los árboles secos, pero no los frondosos y jóvenes que brindan frescor y sombra.”, lamentó.
Orden del plantel municipal
“La familia que cortó los árboles dicen que del plantel municipal fue emitida la orden para tumbarlos. Entonces fuimos este martes una comisión de pobladores y nos enviaron a la oficina de Marena, pero ahí nos bolearon y nos envían a Inafor y de esta oficina nos remitieron a Corinto donde nada tenemos que hacer”, criticó Briceño quien además mostró el tronco del árbol de laurel que quedó a orillas de su propiedad. A unos metros estaban derribados otro árbol de mamón y un guanacaste blanco.
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LA PRENSA intentó comunicarse con los responsables de talar los árboles pero estos no quisieron responder.
Wilbert González, también habitante del sector, contó que no es la primera vez que los depredadores arrasan con los árboles. “Hace un tiempo cortaron tres árboles, entre ellos un cedro real. Nadie detiene a los que han cortado los árboles que hacen y deshacen, eso nos puede provocar una desgracia porque ahora con las lluvias se originan unas borrascas peligrosas por la falta de los árboles”, refirió.
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Carla Palma, quien en un tiempo conformó el gabinete de turismo local, afirmó que le cuesta creer que haya autorización de corte de árboles por parte de las autoridades. “A nadie hacían daño, más bien era una protección natural y de beneficio al río. No sé por qué razón hicieron eso, según la madera es de ellos, lo que hubieran hecho es desramar, como habían hecho con el otro, que de todas maneras luego lo talaron”, mencionó.