Desde que se inventaran en Londres hace casi 200 años, los tirantes son un complemento básico de la vestimenta masculina que se ha mantenido en el tiempo, a pesar de que no siempre están de moda.
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Su función es sujetar el pantalón sin tirar, para que este tenga una caída perfecta. Por eso es importante entender que no se pueden usar con cualquier tipo de pantalón, ya que no todos los tiros son aptos para ello. Los de tiro medio a largo son los más adecuados; y si el tiro es bajo, es mejor optar por el cinturón.
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Son un símbolo de elegancia y permiten acentuar la personalidad de quien los lleve puestos. De hecho, los más elegantes son los de latiguillo, que necesitan de un pantalón que tenga botones interiores especiales para el enganche.
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Los más comunes son los de pinza, que pueden ser utilizados con cualquier tipo de pantalón y que se adaptan mejor al estilo casual. También existen diferencias en sus tiras, pudiendo encontrarlos en forma de X o en forma de Y.
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Los tirantes alargan la figura, ya que visualmente el cuerpo no se ve cortado a la mitad por el cinturón. Además, no comprimen la barriga ni las lumbares, por lo que es una prenda menos nociva para el cuerpo.
Usar tirantes con un traje muy elegante y sofisticado nunca pasará de moda, pero si lo que quieres es un look más moderno y urbano, también pueden ser un gran aliado ya que existen modelos divertidos y originales, más relajados y juveniles, con colores fuertes, entre otros.
En caso de usarlos con corbata, se puede combinar su color con el de los tirantes. Si no es el caso, se pueden combinar con algún tono de la camisa, con los zapatos o los calcetines.