Laureano y Juan Carlos Ortega Murillo, dos de los hijos de la pareja presidencial de Nicaragua, son quienes lideran la campaña sucia de la dictadura contra el obispo Silvio Báez, auxiliar de Managua.
Esta campaña, que pretende presentar a Báez como parte de un golpe de Estado inexistente contra el Gobierno, inició el pasado 23 de octubre.
Miembros de la comunidad eclesial de base San Pablo Apóstol en Managua, vinculados a ataques a sacerdotes en el pasado y al partido Frente Sandinista, revelaron entonces un audio en que se escucha a Báez ofrecer sus puntos de vista sobre la situación del país. Al día siguiente, el oficialismo continuó con la divulgación de otra grabación en sus medios.
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Según el primer audio, el obispo aboga por la unidad de las fuerzas de la nación, así como la necesidad de elecciones tras la masacre iniciada en abril por el Gobierno contra los manifestantes que reclaman un cambio democrático.
La reacción de Laureano Ortega fue llamar a secas asesino al prelado y continuar con la tesis del golpe de Estado, la versión con la que el orteguismo intenta convencer al mundo que no masacró a sus ciudadanos, tal como se ha documentado en los últimos seis meses.
“Dice el Señor Báez que tiene ganas de llevar al paredón y fusilar! ¿Será esto lo que nos enseña Cristo? ¡Golpista asesino!”, escribió en su cuenta de Twitter, minutos después que los medios oficialistas del Gobierno se lanzaran contra el religioso carmelita.
Objetivo es dividir a la CEN
Un experto en comunicación, consultado por LA PRENSA, explicó que la estrategia es “dividir a la Conferencia Episcopal (CEN) y ubicar un objetivo que pague por ‘la intentona golpista’”.
Ese objetivo sería el obispo auxiliar, uno de los más críticos y quien abraza con fuerza la defensa de los derechos humanos de la población, los cuales han sido violados por el Gobierno. “Han escogido a Báez porque es la voz más contundente e intelectual de la CEN”, añade.
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“Daniel Ortega busca destruir al mediador, porque presiente que tendrá que dialogar con la oposición en algún momento futuro”, agrega.
La actividad en Twitter, tanto de Laureano como Juan Carlos Ortega Murillo, no da lugar a dudas de la prioridad del tema para la familia presidencial. El asesor ha escrito al menos cuatro mensajes en su cuenta. En una de esas ocasiones, dijo que Báez continúa “escupiendo odio y maldad” cuando divulgó el segundo audio atribuido al religioso.
https://twitter.com/LaureanoOrtegaM/status/1055163602301259777
Su hermano Juan Carlos Ortega es el director de Canal 8, una de las televisoras controladas por la familia presidencial. En ocasión de la segunda “grabación”, Juan Carlos comentó: “Escuchamos cómo, sin respeto alguno, se burla de la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Nicaragua, el Cardenal Leopoldo Brenes. ¿Dirá nuevamente que su conciencia no le reprocha nada ante Dios?”, dijo en un intento de convertir al pastor en enemigo político público del FSLN.
Triste y doloroso ver la manera en que líderes religiosos como @silviojbaez traicionan la Fe del Pueblo que profesa el catolicismo en Nicaragua y el mundo.
Con la Fe del Pueblo no se juega.
— Juan Carlos Ortega M (@JC_OrtMu) October 24, 2018
La visión del tirano
El dictador Daniel Ortega ha dejado clara su posición contra el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, en al menos dos ocasiones en medios internacionales.
En ambas ocasiones, lo descalifica como posible mediador del Diálogo Nacional y lo acusa de escribir mensajes en su cuenta de Twitter contra el Gobierno.
El Ejecutivo reconoce 198 fallecidos desde abril, que asocia con simpatizantes de su partido y policías. Sin embargo, organismos de derechos humanos sostienen que la represión ha dejado entre 322 y 528 muertos.