Los diputados del Parlamento Europeo, presentaron este sábado las conclusiones de su visita a Nicaragua con la que pretendían conocer más sobre la crisis sociopolítica en el país. Las contundentes declaraciones brindadas por el diputado Ramón Jáuregui Atondo, jefe de la delegación parlamentaria, desmintieron la versión del régimen orteguista sobre un intento de golpe de estado, señalaron las precarias condiciones en la que se encuentran los presos políticos e incluso advirtieron de posibles sanciones para Nicaragua, si la dictadura de Daniel Ortega no busca soluciones a la actual crisis.
La principal recomendación que hicieron los eurodiputados a Ortega, es la pronta reanudación del diálogo nacional, para acordar las primeras acciones que permitan la democratización del país: realización de elecciones libres en las que se respete la voluntad popular. Pero, para que un nuevo diálogo nacional tenga éxito, los eurodiputados hicieron tres recomendaciones al régimen orteguista, que consideran indispensables.
1 – Libertad provisional de los presos políticos sometidos a juicio
Tras constatar las pésimas condiciones en las que se encuentran los presos políticos en Nicaragua, los representantes del Parlamento Europeo sugieren a Ortega extender la libertad provisional a todos los detenidos por ejercer su derecho a la libre protesta, libertad de expresión y libertad de prensa. “No estamos pidiendo nada contrario al ordenamiento jurídico del país, el cual respetamos. En el proceso transitorio a la sentencia, casa por cárcel es mejor que cárcel inadecuada, es más justo”, aseguró el diputado Jáuregui.
La primera sugerencia de los eurodiputados también incluye la excarcelación de los reos que tienen órdenes de libertad y que aún permanecen secuestrados en las mazmorras del orteguismo.
2 – Cese de las limitaciones a las libertades y el acoso a los líderes sociales
Respetar la libertad de expresión, de manifestación y de movilización de todos los nicaragüenses, es la segunda recomendación que hicieron los eurodiputados al binomio Ortega-Murillo. Los parlamentarios constataron que estos derechos básicos están siendo violentados por las autoridades del país, al criminalizar la protesta y perseguir a los opositores al régimen.
“No podemos admitir, que personas que han venido a vernos, por el mero hecho de venir a vernos estén siendo asediadas. Nos parece una contradicción con la plenitud de libertad con la que hemos realizado esta visita a Nicaragua. No podemos considerar más que intolerable, que personas que han venido a vernos no hayan podido salir por la puerta del hotel sin ser perseguidas. No puede ser”, señaló el jefe de la delegación europea, en referencia a la persecución de la que fueron víctimas los integrantes de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) este viernes, tras salir de la reunión con los eurodiputados en un hotel de Managua. Paramilitares y agentes de la Policía Orteguista (PO) persiguieron por horas a los políticos Violeta Granera y José Pallais, y al universitario Harley Morales.
3 – Regreso de los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos
Los representantes de la Unión Europea también sugieren a la dictadura orteguista, que permita nuevamente el ingreso a Nicaragua de los organismos internacionales de derechos humanos que monitoreaban la crisis en el país, entre ellos la misión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), estas dos últimas instancias, creadas por la CIDH.
La delegación también recomienda devolver la personería jurídica a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que trabajan en defensa de los derechos humanos, entre ellas el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). “El gobierno ha cometido un error, en nuestra opinión, expulsando o privando de la personalidad jurídica a organizaciones que transmiten una enorme credibilidad en todo el mundo, desde Sudáfrica hasta Moscú”, destacó Jáuregui.
A los opositores al régimen de Daniel Ortega también le hicieron un llamado para que reafirmen su mensaje de paz y se comprometan a que “solo con la palabra y con los votos pretenden acceder al poder político” en Nicaragua.
La última sesión del diálogo nacional se realizó el 25 de junio del 2018. Desde esa fecha, el régimen orteguista se retiró completamente de las mesas de trabajo y no siguió negociando con los sectores sociales y empresariales representados en la Alianza Cívica. Por el contrario, recrudeció su campaña de desprestigio en contra de los obispos de Nicaragua, a quienes tildó de “golpistas”, por proponer un adelanto de elecciones generales.