El pastor Jorge Ulises Rivera, invitado por el régimen de Daniel Ortega, para participar como testigo y acompañante en las negociaciones que la dictadura llevará a cabo con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, aseguró a LA PRENSA que aún no decide su participación en las negociaciones.
“Efectivamente me llegó la invitación por parte del gobierno, pero aún no he decidido si voy a participar. Para tomar la decisión tengo que reunirme con otros pastores”, expresó el pastor evangélico, para luego justificar que estaba en reunión y que no podía seguir dando declaraciones.
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Rivera, un pastor poco conocido en el ámbito nacional, es el presidente de la Fraternidad de Iglesias Evangélicas Centroamericanas, desde hace varios años.
Pastores consultados por LA PRENSA y que omitieron su nombre, explicaron que Rivera no puede arrogarse una representación del sector evangélico “si eso es lo que pretende el gobierno al invitarlo”.
“La Iglesia evangélica es muy diversa y en este proyecto del gobierno están denominaciones como el Consejo de Iglesias Evangélicas y la Alianza Evangélica; de modo, que la participación de ellos al asistir al diálogo o negociaciones sería representando a sus instituciones, pero no están representando a la Iglesia evangélica”, explicó uno de los pastores consultados.
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El gobierno de Ortega y la Alianza Cívica finalmente aprobaron este martes la Hoja de Ruta que definirá los mecanismos para las negociaciones o diálogo nacional que busca una solución a la crisis socio política que vive Nicaragua desde abril pasado.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), se reúnen este viernes para decidir responder al gobierno y a la Alianza Cívica si participa o no en las negociaciones.
En el diálogo de mayo pasado, los obispos participaron como mediadores y testigos, invitados por el mismo Ortega. Durante el diálogo de mayo, la represión orteguista contra la población que protestaba cívicamente se arreció, mientras los obispos pedían a Ortega detuviera la represión. En junio, el caudillo decide retirarse del diálogo, pero a la vez, acusó a los obispos de golpistas.
El inicio de las negociaciones para discutir los temas de fondo que tienen que ver con democracia, libertad y justicia aún no se ha fijado fecha, la cual se anunciará esta tarde entre las partes.
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